18 mayo 2008

Comentario consigna 6/ índice del libro

CAP I/LOS 70S

Se agregaron tres puntos: bien!

"Momento mágico de infancia" tendría que tener un título más ad hoc con el relato específico que escribiste; la ubicación está bien en el índice, claro.

CAP II/ LOS 80S

También hay tres puntos nuevos, o uno cobró tal relevancia que se dividió en dos.

CAP III/ LOS 90S

"Si es para mí, digan que no estoy": buenísimo el título en el contexto del capítulo. "El peor momento de mi vida", en este caso, podría quedar así como subtítulo (a diferencia de la consigna incluída en el primer bloque: acá tiene sentido dicho rótulo del relato).

CAP IV/ 2000 HASTA AHORA

También aquí hay dos nuevos, uno de los cuales es "El mejor momento de mi vida". No sé si en este caso convendría dejarlo así o ponerle un título más específico. Si queda, está bien por la simetría con "el peor momento", pero dado que pertenece a uno de los puntos más fuertes de la narración no sé si no merecería algo más propio, insustituíble.

CAP V/ MI MUERTE

Increíblemente, esto pertenece a un bloque entero del taller "agregado" al proyecto tuyo inicial, pero dado el contenido de tu autobiografía (que tiene un punto de inflexión clave alrededor del contacto con la propia muerte) parece parte natural del proyecto. Puede andar.

Bueno, puede decirse que hiciste un buen trabajo de revisión del proyecto original (que de por sí ya era muy bueno y detallado) en función de lo trabajado en el taller, de modo de hacerle lugarcito a lo que surgió aquí. Tenés mi bendición.

Ahora, me quedé pensando en lo siguiente: un libro de memorias o autobiografía suele no ser de gran interés para el público en general si no lo escribe una figura pública, famosa, notoria con anterioridad al libro. En tu caso, yo podría decir: "¡Ay, qué lindo, el libro de Morosquitar que hizo mis talleres!", pero quizás mucho se quedarían sin acceder a tus relatos de vida por el prejuicio de la autobiografía misma. Por supuesto, todo esto no quita que uno escriba sus memorias si se le da la gana, por dejar testimonio e incluso con el factor azar que a veces determina respuestas editoriales insólitas.

Pero creo que después de este ensayo, lo más interesante como proyecto lo tenés precisamente en el capítulo "El mejor momento de mi vida": podrías escribir un libro entero usando todo lo que volcaste allí y las páginas y páginas más que decís podrías escribir al respecto, y quizás trenzándolo con todas las experiencias de los 90s (con la irrupción de la enfermedad) y lo contenido en el relato de "El peor momento de mi vida". Cómo ese contacto con la eventualidad no tan improbable de la propia muerte catapultó la necesidad de vivir de una manera más significativa y, para empezar, emprender ese viaje, como Thelma. Pensalo. Yo me tiraría para esa fracción o aspecto del asunto autobiográfico. Y ¿qué mejor que escribir sobre "El mejor momento de mi vida"?

Buena suerte con el asunto! Espero que sigas este proyecto y que te hagas un blog urgente: podemos dejar este como resultado del taller y ponerle un link desde el nuevo que tengas, que también tendría el gusto de linkear desde la "bitácora" de mis talleres para atraer visitas.

Yo también espero mi evaluación. O lo que indirectamente es lo mismo (para mí, que estoy atrás de fomentar esta veta en los que escriben), tu crónica sobre tu paso por el taller y lo que significó para ti.

Un abrazo
Gabriela

16 mayo 2008

Comentario consigna 6/ relatos

El mejor momento de mi vida

Ah, fascinante. Me encantó, es un "On the road" a tu manera. Hasta haces que EEUU parezca interesante.

Está lleno de aciertos. Patentaría esta línea de diálogo, por ejemplo, da ganas de vivir:

"No", les respondía, "voy a pasear, si busco trabajo me distraigo"

Definitivamente, esto de la autobiografía es lo tuyo. Por lo menos yo leería el libro, e incluso lo compraría si no fuera muy caro (si no, te lo pediría prestado o lo fotocopiaría):

hasta que lo sobrevolé en helicóptero y vi que tenia mucha mas vida que muchas personas que había conocido.

Recuerdo que me sentí como Armstrong en la Luna pero sin bandera que clavar y con mas reflejos y mejor vestido.

Es increíble como en ingles las estupideces que se dicen suelen sonar menos estúpidas a veces.


Era evidente que su alma había sido robada hace tiempo por una cámara

Yo les sonreía y no sabia si me tomaban el pelo o buscaban una cita doble.


Este narrador tiene su fuerte en mostrarse, en opinar con desparpajo, en ser quien es y chau. Yo no puedo parar de leer (igual tengo que hacerlo, claro). El grupo de viaje merecería varios episodios.

Todo lo demás podría llevarme hojas y hojas.

(bueno, entonces tenés entretenimiento post-taller...)

El peor momento de mi vida

Bravo, mi valiente... (y ese último párrafo vale toda la braceada!)

Momento mágico de la infancia

"¿Quién era Probeta?"... ja ja ja! Buenísimo, bien de niño. Yo pensaba que la blime era una glándula que se inflamaba (op cit Himno Nacional Uruguayo).

Divino el relato, arma ese clima mágico infantil, eso que es tan difícil de explicar pero que en aquel entonces captábamos tan bien de cosas cotidianas. Me encanta cómo nos conduce el narrador por los razonamientos o sentimientos del niño. Aunque no lo creas, todo está clarísimo en esta historia, los climas se arman. Misión cumplida. Lindo (vos no, el texto).




26 abril 2008

CONSIGNA 6

EL MEJOR MOMENTO DE MI VIDA
"Estoy despierta, bien despierta. Creo que nunca estuve tan despierta en mi vida, you know?", decía Thelma. Y Louise lo sabia, y yo también. Y la escena final de la película con el cadillac cruzando el aire sobre el Gran Cañón del Colorado fue el último ingrediente que puse en mi nuevo proyecto de vida: hacer un viaje por el oeste de Estados Unidos. Ya tenía en el preparado algunas viejas y malas películas de cowboys con bellas escenas, fotografía de películas como "Easy Rider", "Contact", "Grand Canyon", "Taxi Driver", "Five Easy Pieces", extractos de "On The Road" de Jack Kerouac, la película concierto "Rattle And Hum" y el disco "The Joshua Tree" de U2, algún poema de Allen Guinsberg, y las imágenes mezcladas de Brando, Marilyn, Dean, Nicholson, Pacino, De Niro, Hoffman, Martin Luther King, Hemingway, Elvis, Kennedy, Watergate, las drogas , el sexo y el Rock And Roll, la rebelión juvenil, Vietnam, la Ruta 66, la pesadilla y el sueño americano, en fin...si el mundo pasa por ahí, yo también quería pasar. Todo mezclado me daba un gusto enorme por conocer ese país de contradicciones, de mentes brillantes y peligrosas, de pinturas paisajistas y ciudades pavimentadas en miserias, ese país que estaba en el mapa y siempre estaba en mi t.v.

Trabaje un año y medio en dos hoteles. De noche en uno y de día en el otro. Uno de los sueldos iba directamente a una cuenta en el banco. Mientras, iba armando mi viaje en detalle. Tanto detalle que llegué a tener miedo que pudiera desilusionarme si algo no salía como lo planificado. Casi 500 días de trabajar así y junté el dinero necesario para gastarlo en una excursión de 15 días. Una ecuación perfecta para mí, incomprensible para los demás. "¡Iras a buscar trabajo!, ¿no?", me preguntaban casi imponiéndome algo. "No", les respondía, "voy a pasear, si busco trabajo me distraigo", y la sorpresa pasaba a ser desagrado ante tal demostración de pedantería. Como si hubiera sacado el dinero del bolsillo de uno de ellos. ¿Que podían entender esos inútiles utilitarios sociales sobre el significado de cumplir un sueño?
Pensaba ahorrar un poco mas y viajar mas adelante, por setiembre u octubre. Pero luego pensé que mayo era una buena época en USA, ni mucho frío ni mucho calor y así, el 24 de abril de 2001 me subí por primera vez a una avión. El éxtasis de mi primer viaje en ese pajarito duró hasta que la ciudad y sus pequeños habitantes desaparecieron bajo las nubes. Luego, lo único divertido eran los pozos de aire y las turbulencias, o sea jugar con la muerte. Si no, es como un viaje en silla de ruedas por el pasillo de un hospital. Las azafatas pueden hacerlo más ameno pero no lo hicieron. No me ofrecían un trago y la vista de sus pechos grandes a cada rato como en las películas. Tuve que ir yo hasta atrás a pedir algo y una china me dijo que me sentara que ya me iban a atender. Una china no tiene pechos grandes.

Mientras organizaba el viaje desde Mdeo. y todo lo que iba a visitar me percaté de que la excursión iba a estar en Phoenix el mismo día que U2 tocaba en esa ciudad. No era coincidencia, era una señal de que algo especial estaba por darse con este viaje. Compré la entrada desde Mdeo. por Internet cuando todavía no era muy común hacerlo y estaba convencido que había hecho algo mal cuando hice click en purchase

Ya en América (Estados Unidos De América, pero yo estaba en una película yanqui), la empleada de inmigración me preguntó cuanto tiempo iba a estar. “Fifty days...¡sorry, fifteen, fifteen!”. Me miró con una mueca de hastío y se esmeró en darme la bienvenida mas amarga que una funcionaria podía dar. El segundo obstáculo antes de dejar el aeropuerto fue el policeman que me hizo un breve y amable interrogatorio: ¿a que venia?, ¿por cuanto tiempo?, ¿de donde venia?, ¿que llevaba?, ¿me podía sacar el sombrero un momento?, ¿donde trabajaba?, ¿tenia una tarjeta de mi trabajo para comprobarlo?...Yo sabia que no había empacado eso ni se me había pasado por la cabeza hacerlo pero igual empecé a buscar hasta que milagrosamente encontré una vieja tarjeta de uno de los hoteles doblada en mi billetera. Se la entregué, la leyó como quien lee un mapa de Sry Lanka, me la entregó y me dijo. "welcome to the United States of America"

Todo lo demás podría llevarme hojas y hojas. El fucking Downtown de Los Ángeles donde me alojé que era la parte mas aburrida de la ciudad, llena de bancos, oficinas y hoteles de lujo, la caminata por una calle transversal hacia el bajo L.A. lleno de chicanos, pandilleros, prostitutas, negros en las esquinas escuchando hip-hop en sus enormes radios, orientales corriendo a ladrones de fruta, carteles en español en las tiendas, y todo a no mas de 2 cuadras de mi lujoso hotel. Esto se empezaba a parecer a lo que había venido a ver. Luego la visita obligada a Hollywood. Foto al cartel, al Walk of Fame, a las huellas de las estrellas pero no vi ni a una. Claro, ellos no viven ahí, viven en las colinas que rodean al gran cartel y ese es territorio para fanáticos clase A. Yo estaba cómodo en mi clase C. Fan pero no boludo como para hacer alpinismo y sacarme una foto frente a la muralla china que está frente a la casa de John Travolta o Michelle Pffeifer.

Luego el viaje a través del desierto de Mohave por 8 horas sin sacar la vista de la ventanilla, fascinado por la misma imagen que para mí siempre era diferente. Y entonces estar parado frente el mismísimo Grand Canyon, el centro del universo para mí, y darme cuenta con un poco de inquietud que todavía no había encontrado diferencia alguna entre la imagen frente a mí y las fotos que había visto, hasta que lo sobrevolé en helicóptero y vi que tenia mucha mas vida que muchas personas que había conocido. Me saqué los auriculares que pasaban una música new age y un tipo relatando el viaje en italiano porque era lo mas parecido al español que tenían. Entonces si. Ahí no hacían falta palabras. Solo el ruido de las aspas y el sonido lento, tranquilo de mi corazón que parecía retumbar en la cabina. Hasta hoy no he vivido experiencia similar a esos 30 minutos de viaje. Carlitos Paez sintió la presencia de Dios en los Andes. Salvando las diferencias, yo sentí la presencia de la vida, así como antes había sentido la de la muerte. Mientras el helicóptero avanzaba y las formas y colores de ese Gran Agujero en la Tierra iban cambiando como en un sueño psicodélico, me sentí sin dudas, como si todas las preguntas estuvieran siendo respondidas, como si todo empezara a tener sentido, como si todas las puertas empezaran a abrirse y mostrar lo que antes estaba escondido. Encontré finalmente el sentido de la vida. Por supuesto que con mi mala memoria lo olvidé después pero no importa. Recuerdo que me sentí como Armstrong en la Luna pero sin bandera que clavar y con mas reflejos y mejor vestido.

Luego de vuelta al desierto para atravesar Utah, el estado más santo de USA, donde viven los santos mormones en su santa poligamia y que nadie se atreva a decir lo contrario o le disparan con sus santos rifles, para llegar a la verdadera ciudad del pecado, las luces, el juego y la mafia al servicio de uno: Las Vegas. No hacia falta estar drogado como Hunter S. Thompson para experimentar la locura de ese sitio. Las Vegas es una droga en si misma y te consume a vos. Puse mi moneda de 50 ctvos. en la primer maquina que se me paró enfrente y perdí. Y esos fueron los únicos 50 ctvos. que jugué en Las Vegas y me jacto de eso. Ella me pedía mas como una prostituta que cobra por los extras y yo solo miraba. Pero también la recorrí, la saboree con un daiquiri en la mano mientras la caminaba, admiré las putas bellas paradas en una esquina y a las putas junquies en decadencia de la esquina de enfrente, vi todo lo que no se puede ver en ninguna otra ciudad de USA por que acá esta todo permitido, menos pasar mucho tiempo en la piscina del hotel porque es tiempo que no estas en el casino, ni tirarte por la ventana de tu hotel si perdiste todo tu dinero en la ruleta ya que las ventanas solo se pueden abrir 10 centimetros.

En las vegas tuve dos experiencias bien distintas con los mexicanos. Comí fajitas en un resaurant típico mexicano al que me había invitado el chofer de la excursión que era un mexicano gordo, grande, simpático, charlatán, exagerado, con mas hijos que una puta pobre, y que le encantaba hablar pestes del guía de la excursión, un argentino.
Cuando vi como preparaban las fajitas pensé que eso iba a explotar en mi estomago y me iba a salir sangre por los ojos, por lo que empecé a tomar cerveza para entrar en valor. Si tuviera memoria sabría el nombre de esa cerveza que era el néctar más delicioso que había probado en mi vida. Después de eso las fajitas parecían panqueques de dulce de leche. El mexicano se reía de mi cara mientras comía y de repente se puso serio y me dijo que mirara a mi alrededor a ver que notaba de llamativo. Yo miraba la comida y bebida de los demás y la decoración hasta que me di cuenta: no había ninguna moza mexicana, todas eran rubias de ojos claros que apenas podían leer las palabras en español del menú. “¿Y donde están las mozas típicamente mexicanas?” le pregunté. “Los mexicanos están en la cocina, o atrás tirando la basura. A la vista ponen a estas yanquis que se ven lindas y limpias y las visten como si fueran de México. Nosotros hacemos el trabajo sucio, incluso en un lugar típico como este” , me dijo. Yo me sentí un poco mal por la realidad y el chofer agregó: “ nosotros les cocinamos, los engordamos, y los dejamos fofos y llenos de colesterol, y luego nos chingamos a sus hembras insatisfechas, ja, ja,ja”. La carcajada del tipo era tan estruendosa que se escuchó en todo el local y contagió a varios comensales, la mayoría yanquis gordos y fofos.
Luego, en un paseo nocturno quise comprar algo de comer en un carrito y como no sabia los nombres de los condimentos y el vendedor era mas mexicano que Cantinflas se lo pedí en español.
"I don´t speak englisss", me dijo secamente el camisa mojada,
"¿no sos mexicano?",
"I don´t speak englissss" me repitió.
Lo miré con sorna y le dije: "give me a bit of this, and this, and that".
El mexicano completó el burrito y le pregunté "¿how much is?",
"13 dollarssss",
"¿Cuánto?",
"13...",
"¿no era que no hablabas español?”.
“....13 dollarssss" me repitió.
Le di 15 y le dije “quedáte con el vuelto, negro”. Y me fui con la tranquilidad de que a veces tengo razón, tengo razón...

Después Phoenix, Arizona, y en el hotel yo le estaba preguntando al recepcionista donde quedaba el lugar donde tocaba U2 cuando 2 chicas me preguntaron "¿Do you wanna a ride?”. Miré al recepcionista a ver si había entendido bien y la sonrisa socarrona de éste me lo confirmó. Al rato estaba en un descapotable, a mil por hora en una freeway. Para romper el hielo le pregunté a la chica (la otra iba en su otro auto) que edad tenia y me dijo ante mi asombro 16 años. "¿Y te dejan manejar a esta edad?", "Yeah", me respondió. Y para hacerme el cool le pregunté: "¿y que mas te dejan hacer a esta edad?", "no me dejan beber", y dobló como el diablo en una curva mientras botellas rodaban por el suelo del coche. La nena era alta y flaca, como sus piernas y no como su pollera. Llevaba gafas marrones grandes y el pelo rubio por los hombros, las uñas pintadas de rojo intenso, un piercing en su labio inferior y un gesto de nada en su cara. Hablaba poco. Me preguntó de donde era y le dije.
"Ahh", me respondió.
"¿Sabes donde queda?"
...."Yeah, naa!",
"está entre Argentina y...",
"ahh". Mostraba el mismo interés en mi que en los semáforos.
"¿Te gusta U2?" fue mi siguiente gran pregunta. "Yeahh!!" y puso un CD a todo volumen con lo que oficialmente se dió por terminada la charla. Cuando llegamos salté del coche, me acerqué a ella antes que bajara, le besé la mano y le dije: "thanks for the ride, you´re fuckin´ beautiful. See you" y me fui. Ella me gritó algo así como que la buscara en el parking al final del concierto pero yo ya estaba en otra y me fui sintiéndome un Dean or something like that. Es increíble como en ingles las estupideces que se dicen suelen sonar menos estúpidas a veces.

U2 espectacular. Hasta no estar dentro del America West Arena no podía creer que había comprado con éxito la entrada desde Uruguay. Al otro día Phoenix again y paseo obligado por tiendas para conseguir un buen sombrero de vaquero. Luego mas compras en un supermarket y al llegar a la caja me atendió un indio gigante como un roble, parco como la muerte, vestido a la fuerza de civil y con una enorme cola de caballo en su pelo negro azabache. No miraba a los ojos a los clientes, solo despachaba y cobraba. Cada tanto un turista tenia la gentileza de pedirle permiso para sacarse una foto junto a él, pero la mayoría se la sacaba sin pedírselo. Y él ni se inmutaba. Era evidente que su alma había sido robada hace tiempo por una cámara y por mas que se me pasó por la mente no quise ser parte del robo. El otrora jefe del lugar hoy era una pequeña parte de la nueva sociedad reinante que pisaba sus tierras y robaba sus identidades. Me dió pena hasta que cuando le pague me dijo con mala voz que faltaba plata. Le pagué el resto y lo dejé hacer su trabajo de mono de la raza blanca que le daba de comer como a un perro fiel.

Una parada en la ciudad muerta de Fresno, donde todos se van a acostar a las 19 hs. Ni siquiera quise usar la piscina pues estaba convencido, y así se lo hice saber al resto del grupo de la excursión, que habían sacado un cadáver de ahí un rato antes aunque nadie me creyó. A propósito del grupo, este estaba formado entre otros por un matrimonio uruguayo de unos 70 años. Él era forense o algo así en Colonia, y nos contaba algunos casos en los que había participado. Casi siempre lo hacia a la hora de la comida. No era un buen conversador. Después había dos hermanos argentinos casi iguales que entre los dos no lograban llenar de cabello una de sus cabezas, una familia de ecuatorianos con un hijo con discapacidad mental de la cual no me había dado cuenta hasta que estuve un rato tratando de convencerlo de ir a tomar una cerveza con el resto utilizando palabras de animo como: “¡dale tarado, no seas boludo, vamos huevón!”. Su mamá nos rescató antes que le pegara en la espalda como ultimo intento. Había 2 hermanas colombianas de mediana edad a las que atomice durante el viaje al Cañón para que se animaran a subir al helicóptero pues tenían miedo que se cayera. “Son unas boludas”, les dije, “se pueden morir ahora en el medio del desierto si este bus se da vuelta en la curva, o se pueden morir en la puerta de sus casas en Colombia de un tiro, ¿por qué no arriesgarse a por lo menos morir en un lugar que valga la pena como el Gran Cañon?. Las molesté con el comentario tan fino pero no las convencí. De todas formas, creo que me estaba hablando a mi mismo. Estaba esta pareja de vascos de luna de miel y que parecían casados hace 40 años. A ella nunca le conocí los dientes y solo su fea voz y el era un pedante hijo de puta. Hablaba de fútbol con los argentinos y una vez que yo intervine me dijo: “¡Uruguay ejz del jziglo pajzado!”. “Si, puede ser, pero ganó todo y España nada”. Y él muy serio me apuntó la mirada y torció la única ceja larga que tenia sobre sus dos ojos y me dijo:
” io no jzoy ejzpañol, jzoy vajzco”.
“Ah, entonces me equivoqué, España si ganó algo, el que no ganó nada es el Pais Vasco”. No entendió la ironía. No hablamos más.
Había también un matrimonio brasilero, él experto en computadoras y ella experta en putas no más. Veterana pero bien hecha, fiestera y dispuesta. El se reía mientras ella bailaba el ultimo tango con cualquiera y nosotros nos reíamos de él. Todos felices.
Pero mi interés estaba en la otra colombiana del grupo. Una morocha simpática de 27 años que estaba todo el tiempo con la madre. Cuando trataba de hablar con ella en un lugar algo apartado, aparecía la madre desde atrás de una planta con una gran sonrisa como diciendo ¡sorpresaaaa!. Estaba todo el tiempo sobrevolando alrededor de su cría. Encima, cada mañana cuando nos reuníamos en el bus me preguntaba que había hecho la noche anterior. “Fui al bar del hotel a tomar algo”, y ella respondía “¡Ah, la hubieras invitado a la nena que no hizo nada y estaba aburrida!”, “¡siiiii!” agregaba la nena. Yo les sonreía y no sabia si me tomaban el pelo o buscaban una cita doble.

Paso por Carmel y por la casa y el restaurant de Clint Eastwood. Llegada a Frisco o San Francisco y paseo por los 60 y los 70: hippies, gays en formación, homeless, ex combatientes, hombres de traje y pelo largo, mujeres pintadas como obras de Picasso, calles sucias y amplias en bajada, tranvías, edificios grises, Alcatraz, puente Golden Gate, y luego de vuelta a Los Angeles.

Había pasado los mejores 15 días de mi vida y mi imaginación había resultado pequeña ante la realidad. Era consciente que había estado despierto, mas despierto que nunca todo el viaje, como Thelma en la película.
De regreso a casa me esperaban mi hermana y mi padre, mi emoción aun persistía y no paraba de contarles cosas hasta que hice una pequeña pausa y mi padre me dijo: "llamaron de tu trabajo. Dicen que llames urgente porque ellos te esperaban hace 4 días". Mi recital de insultos hacia los idiotas de mis jefes, hacia mi padre por no esperar un poco mas para darme esa estúpida noticia, la molestia de mi hermana ante la situación. Si, estaba en casa de nuevo

EL PEOR MOMENTO DE MI VIDA
Los últimos días de mi internación, o sea los últimos 25 días de los 40 que estuve, me los pasé, entre otras cosas desagradables, preguntando cuando me daban el alta. Los 15 últimos días recibía la vaga respuesta “la semana que viene”. Los últimos 7 me decían “1 semana mas por las dudas”. Los últimos 3, “4 o 5 días, no más”. El día que no pregunté me dijeron “hoy te vas”. ¡Mierda! ¡De haberlo sabido no lo hubiera preguntado antes!
Atravesé La Española con mi barbijo y mi nuevo corte de pelo (pero mis cejas, que me dijeron iban a caer, estaban intactas. ¡Amo mis cejas!). Ya ver tanta gente me alteró un poco. Entrar a la ambulancia me calmó. Mala señal.
Llegué a mi casa y mis padres y mi hermana tenían una sonrisa sincera pero que duraba demasiado para mí. Mis padres habían acondicionado su cuarto para mí. Todo limpito, prolijo, con mis cosas favoritas o lo que ellos creían eran mis favoritas, la t.v. grande del comedor, el video, todo para mí. Me llevaban la comida a la cama. A cada rato aparecían a ver como estaba y les duraba la sonrisa del primer día. Todas las noches venían a decirme hasta mañana y un poco de charla aunque yo no tenia mucho nuevo que contar metido ahí.

Las primeras noches estuvieron bien aunque siempre precisaba una pastilla para dormir. Después de todo por fin había salido del sanatorio que era lo que más anhelaba.
Pero luego de las primeras noches empecé a extrañar el sanatorio, sus sabanas, su bella variedad de enfermeras. Empecé a sentirme encerrado en mi propia casa. En el sanatorio eso era normal pero no en mi casa. Oía por la ventana los ruidos familiares de siempre y se me hacían insoportables. Mis propias sabanas se me hacían extrañas, los muebles, el control de la t.v., el sillón, la pared de enfrente, la de atrás, la puerta que se abría y por la que siempre aparecían las mismas 3 personas. Me quería ir y todavía faltaban mas de 10 días y no tenia a quien preguntarle cuando me daban el alta. Encima como todavía estaba con las defensas bajas me agarré un herpes en el cuello por lo que mi medicación aumentó. ¡Un herpes en el cuello! Lo que me recordó además que hacia como 3 meses que no tenia sexo y mas de un mes que no me masturbaba porque en el cuarto del sanatorio había una cámara y ahora estaba en el cuarto de mis padres. Y para colmo se me acabaron las pastillas para dormir un viernes ya que yo había aumentado la dosis de 1 a 4 por noche o a veces mas en el día para calmar mis nervios. ¡Todo un fin de semana sin dormir, rascándome el cuello y de pésimo humor! Puede parecer exagerado pero mi sueño se volvió mi peor pesadilla.

Mientras estaba enfermo tenia la esperanza de curarme y salir del sanatorio. Ahora no tenia nada mas que esperar. Y yo estaba desesperado. ¿Y si ahora la vida iba a ser así? ¿No esperar nada y solo contar los segundos y cambiar de canal mientras me rascaba? ¡No, no, esto no era lo que esperaba! No sobreviví para esto. Todos los proyectos de vida se borraban y solo pensaba en el minuto siguiente y la cantidad obscena de minutos que tiene un día. Por segunda vez pensé que era mejor estar muerto. Pasé de la enfermedad física a la enfermedad mental, y era conciente que me estaba enloqueciendo en la comodidad de mi casa y de lo raro que sonaba eso. Era consciente que no había nada que pudiera hacer para mejorar la situación... solo esperar, y no podía esperar más.

Pero esperé, esperé 15 días así. Fuí a mi primer visita al medico y este me dijo que empezara a salir muy de a poco y aflojara con las pastillas. No le hice caso. Salí mas que un poco y seguí con mis caramelos. Y si no tenia tomaba los de mi madre, o iba a la farmacia y compraba Plidex y cerveza y me hacia un cóctel luego. Lo que fuera necesario para sentirme fuera de ahí hasta que el tiempo llegara. Y el tiempo llegó y me abrió la puerta de la celda. Y mi cabeza empezó a razonar al punto que me cuestioné porqué había sido aun peor estar internado en mi casa 15 días que los 40 terribles días en el sanatorio. ¿Quizá porque nunca estamos conformes? No, muy simple.
Quizá porque me acostumbré a la anormalidad de depender de una enfermedad, y reinsertarme a la normalidad de la vida común era como despertar en medio del océano y no recordar como se hace para nadar. Uno patalea sin sentido y se ahoga durante un rato hasta que empieza a hacer los movimientos correctos y mantiene la cabeza más tiempo fuera que dentro del agua. Y entonces se da cuenta que el océano deja de ser el enemigo y se transforma en el único camino hacia la orilla.
A propósito, me gustaría algún día aprender a nadar.


MOMENTO MÁGICO DE LA INFANCIA
En casa mirábamos el informativo del 4, o al menos es del cual tengo mas recuerdos. La música de Vangelis del comienzo me hacia pensar en naves espaciales y extraterrestres. Y encima tenían a “Asadur desde Casa de Gobierno”, por lo que mi imaginación sobre la invasión extraterrestre que sufríamos se acentuaba cuando ese ser alienígena aparecía desde la casa del presidente. También tenían un globo terráqueo dando vueltas creo. Todas señales muy sutiles sobre un nuevo orden intergaláctico que había tomado nuestro país y la Casa de Gobierno como plataforma para la conquista de la Tierra. Para mi Telenoche era como ver “Galáctica”.

Pero en 1978 lo lúdico dejó paso al miedo. Ahí estaba el androide Giacosa haciendo el anuncio que confirmaba mis temores: “científicos de tal país han logrado tal y tal cosa y ...HA NACIDO EL PRIMER BEBÉ DE PROBETA”.
Yo aun no sabia como nacían los bebés pero estaba seguro que no nacían de una probeta, es mas, no sabia que era una probeta por lo que pregunté a mis padres y ellos o tampoco sabían o me dijeron que era algo de los científicos. Miré la pantalla del televisor y vi hombres con barbijos, con sus caras apenas visibles, y muchos tubos de ensayo. Pero ningún bebé. Salí del comedor perturbado. ¿Por qué no mostraron a esa criatura?. ¿Seria tan monstruosa?. ¿Qué planes tenia aquí en la Tierra?. ¿Quién era Probeta?

No solía ir a la mansión de enfrente de noche pero crucé y entré. No había mas luz que la que entraba por el gran ventanal que debería estar con las cortinas cerradas a esa hora, al igual que la puerta de entrada pero seguramente alguno de mis padres lo había olvidado.
La luz era de la Luna y las estrellas que se juntaron todas esa noche. Nunca había visto un cielo mas estrellado ni una Luna mas llena. Podía ver los puntos de las estrellas más pequeñas y ver casi la forma de las más grandes. Y la cara de la Luna era una cara seria que me miraba. Un ojo, el otro, la boca, y pequeños gestos como si estuviera masticando algo.
Yo estaba sentando en la gran sala observando la cúpula y no podía olvidar al extraño ser que recién había nacido de unos tubos de ensayo. Un viento empezó a mover las ramas mas altas de los árboles, algunos de ellas estaban cerca del ventanal y golpeaban el vidrio suavemente como para llamar mi atención. Las miré pero enseguida volví mi vista hacia los ojos de la luna pero ya no estaban. Volví a mirar las ramas y por detrás de ellas a un grupo de estrellas que al principio solo parecían prenderse y apagarse en cámara lenta, pero luego se fueron juntando mientras aumentaba su luminosidad. Las ramas que estaban delante de ellas seguían moviéndose cada vez con mas intensidad como si estuvieran danzando frenéticamente un baile tribal.
Así cada estrella que las ramas dejaban ver iba tomando su posición. Nada mas existía alrededor que la figura que se estaba formando ante mis pequeños ojos grandes.
Y entonces juro que pude ver su contorno terminado y titilando como las luces de un árbol de Navidad. Su cabeza tenia la forma de una bombita de luz, sus brazos eran largos y deformes, su torso largo y fino como un tubo de ensayo y tenia varias extremidades inferiores. ¡Ahí estaba el bebé de probeta! Danzando tras las ramas en una noche clara y ventosa a la que empezaban a acercársele nubes.
No podía correr, no podía moverme, estaba pegado al suelo y lleno de pánico pues sentía que el fin del mundo tal como lo conocíamos estaba llegando como lo habían anunciado en clave Giacosa y “Asadur desde Casa de Gobierno”.

Y entonces antes de poder ver su cara que por ahora era un fondo azul, sentí el grito que más me asustó en mi vida, el grito que había sentido antes decenas de veces pero nunca como esta: “¡Moroscar (N.de R. :-), veni para acá que son las 9, caramba!”
Corrí hacia los brazos de mi madre con tantas ganas que no pudo evitar darme un beso y unos mimos y llevarme en upa hasta mi cama. Ya mucho más tranquilo traté de ver algo desde la ventana de mi cuarto pero la vista no era la misma, ni mi interés tampoco, y el sueño llega rápido cuando uno es niño. Igual seguía pensando en el bebé de probeta. Pero ya tenia sueño y además mañana a la misma hora y por el mismo canal Giacosa volvería a decir: “y ahora vamos con Asadur desde Casa de Gobierno”


EL LIBRO
MI VIDA, O COMO CONVIVIR CON UNA MEMORIA SELECTIVA CON VIDA PROPIA

CAP.I - LOS 70_ LLANTOS DE BEBÉS INOCENTES
I-"¡Dios lo trajo al mundo un 2 de noviembre, carajo!"
II- Los hijos son iguales pero el segundo es el segundo
III- Travestismo, incesto y sexo entre niños ( o como vender una simple anécdota infantil con un título escandaloso. Primera lección para futuro editor de prensa)
IV- Esa crueldad bajita que se incorpora
V- La fruta que robé y mi padre no
VI- La mansión de los Principes
VII- Momento mágico de la infancia

CAP. II - LOS 80_ FIESTA Y DEPRESIÓN
I- Nunca me enamoré de minguna maestra
II- Algo sobre mi madre
III- La fiesta inolvidable
IV- Una noche en la fábrica
V- Un mundo nuevo entre mis manos
VI- La mujer de mi vida que nunca lo fue
VII- La mujer de mi vida que nunca lo fue (2° parte)

CAP. III - LOS 90_ RÁPIDO Y CURIOSO
I- Mujeres en serio, hombre en celo
II- "Si es para mí, digan que no estoy"
III- Mr. Hodgkin
IV- El peor momento de mi vida

CAP. IV - AÑO 2000 HASTA AHORA _ COMO SER MEJOR PERSONA Y NO MORIR EN EL INTENTO
I- Cumpliendo proyectos
II- El mejor momento de mi vida
III- Mala persona-buena persona
IV- Una mujer desnuda y en mi cuerpo
V- Aún me gusta el viaje, pero no me gusta pagar el boleto

CAP. V - ...Y YO PREPARÉ MI MUERTE EN 6 DÍAS Y DESCANSÉ EL SÉPTIMO
I- Martes
II- Miércoles
III- Jueves
IV- Viernes
V- Sábado
VI- Domingo

* Notese, noble evaluadora, que le puse título a todos los textos, (los de las consignas 2 y 3, por ejemplo) los cuales aparecen en el índice como si fueran nuevos subcapítulos.

11 abril 2008

Comentario consigna 5

Después de haber leído en el índice y escenas clave todo el episodio de lucha contra el cáncer y la incertidumbre que un diagnóstico así puede arrojarnos, no dudo de que este ejercicio debe haber sido particularmente fuerte... y necesario! No tuviste las resistencias que a veces plantean otras personas, muy cómodas en su ilusión de inmortalidad en tanto los virus, las guerras y los autos no les den caza.

MARTES: Inmejorable. Si fuera tu terapeuta te daría de alta. Interesante lo de "altruista y aventurero" pendiente. Se entiende perfectamente lo que decís.

MIERCOLES: Perdón por la irreverencia, pero no puedo evitar reirme de tus tribulaciones! Buenísimo. ¿Conoces ese pseudo Borges que circula en mantelitos de "Lokotas" (por decir algo), diciendo lo que haría si tuviera más vida? Bueno, esto le da veinte vueltas, con todo el humor negro del caso.

JUEVES: Impagable el funeral (desde ya te aviso que hasta el Cabo Polonio no voy, aunque me encante: ya estoy muy vieja para esos trotes, te dedico una misa y chau).Un disfrute el soundtrack tan específico, bien elegido y con lyrics incluidas. Hermoso. Otra cosa estupenda de este post es esa mezcla (que ya a todas luces es tu estilo personal, tan ansiado Grial en la búsqueda de todo escritor o aspirante) de humor negro, caricatura y reflexión profunda. Como para que el lector no diga de antemano: "Ufa, ya me vienen con trascendencias!" y baje la guardia, y cuando está más endulzado con la ironía y la parodia, zácate, con más fuerza entran tus opiniones. Muy disfrutable. Si no haces un blog después de esto, te mato! (queda a tono con la consigna, claro)

Espectacular: Era como si ahora la vida se hubiera vuelto un Banco que reclamaba el pago cada tanto y yo no tenia idea de como pagarle.

Che, el último sábado de octubre doy un taller de cuatro horas, gratuito, sobre la muerte según la sabiduría popular mexicana. Te invito, ya que veo que estás perdido y crees que los mexicanos hacen picnics en los cementerios. Y te aclaro desde ya que si "El canal de las estrellas" refleja a los mexicanos, a nosotros nos refleja Tinelli! (me salió mi otra nacionalidad)

VIERNES

Mmmmm.... el testamento lo podrías hacer aunque te murieras dentro de un mes, de hecho habría que hacerlo urgente, aunque tengas sólo corbatas para repartir! Lo del altar de muertos quizás luego del taller de octubre :-), pero en ese caso lo harían tus allegados; la idea es cómo te imaginas que sería, es decir (en el fondo), cómo te imaginas que te veían.

SABADO
Para las cenizas, hay que hacer un trámite legal previo, así que será bueno decidir antes de que no haya marcha atrás. En cuanto a lo de la bolsa negra...¡pucha, Moroscar, si reencarnas en ti mismo vas a estar asqueroso y putrefacto, y ninguna de tus múltiples amantes te va a aceptar! Pensalo bien. Mejor empezar de nuevo...

Lo de pinchar antes de meter al horno me parece una buena precaución. Tomaré nota también para cuando me llegue la hora.

¿Oscar Winston? ¿Oscar Winston?

Magnífico el epitafio. Te tomaste toda la consigna para la joda y el resultado es óptimo. A pesar de la abusadora longitud para quien cobra por leer esto, uno quiere leer más, y esa es una muy buena señal para el que escribe.

DOMINGO
La tenés clarísima.

Excelente trabajo con este diario. Ahora nos queda una consigna para el final. No creo que reformules mucho de tu esquema inicial (índice del libro), pero igual está bien revisarlo en función de lo que escribiste durante el taller. Y falta la historia mágica (es un decir) de infancia.

Comentario consigna 4

Y bueno, cuando no hay convicción no hay nada que hacerle...

Comentario consigna 3

ESCENAS CLAVE

Excelente. En estos pasajes es en donde más destaca hasta ahora tu estilo narrativo: fresco, con humor, apelando a la complicidad del lector, ácido, ingenioso. Bueno, es difícil describir un estilo y uno recurre a pedacitos del rompecabezas para dar la idea. Como sea, muy bien por aquí; uno lo lee y dice: "Es Moroscar", tiene personalidad.

Citas célebres:

"En ese momento podía estar recitando la constitución articulo por articulo y yo estaría excitado como un animal."

"No sabia entonces que en realidad el mundo no se abre hasta que las piernas de una mujer lo hacen delante de uno."

"Pero el mundo no se detiene en realidad. Solo te da un respiro y te hace ver lo que te vas a perder luego para añorarlo y sufrirlo mejor."

"Y todos en la corte, incluido el bufón, se rieron de mi."

"...un pie en el planeta Tierra y el otro en el planeta Ella."

Creo que la mayoría de quienes lean estos pasajes van a tener ganas de leer el texto entero. Qué digo: el libro.

JUEGO DE LOS CINCO AMANTES

Muy bien hecho, asociaciones específicas y originales. El objetivo de este ejercicio es abrirnos a explorar el recuerdo o la percepción que tenemos de alguien desde los sentidos, vincularlo con otras experiencias, lograr un complejo nuevo, más cercano a la sensibilidad poética. Aquí se logra. ¡No puedo creer que hagas las consignas tal cual, a diferencia del taller según Levrero, je je!

Comentario consigna 2

RETRATO LITERARIO

Bien. Logrado tal como se pedía: están las tres anécdotas, y al finalizar la lectura sentimos que conocemos bastante de este personaje, tu padre. Me confundió un poco que comenzara describiendo al vecinito en vez de dejar cancha a la figura central, pero luego se arregla.

Son muy fuertes esos diálogos en silencio y ese "ir al grano" tan brutal, pero que no deja de mostrar una pureza, una rectitud.

LA CASA

Pavada de casita te tocó para el ejercicio! No cualquiera habitó en la mansión de los Príncipes Volchakovh :-) , y eso de vivir en la casa del fondo pero tener acceso a la casa grande y lujosa también crea una situación muy interesante. Muy bien logrado, habría que escribir un volumen entero con historias ocurridas durante esta época y en ese escenario particular.

Divino esto:

"...en especial los autitos a los cuales me hubiera gustado ver explotar al caer, tal como en las películas".

Consigna muy bien aprovechada.

Comentario consigna 1

Bueno, sólo tengo elogios para esta primera consigna tuya (para todo tu trabajo en este taller de historia personal, en general: una de las pocas ventajas de que me haya atrasado es que leí todo como si fuera un libro y tengo una idea más global). Empecemos con algunos comentarios salpicados, pero todo se resume en BIEN, BIEN, BIEN.

Primero, la estructura y los títulos elegidos: ¡excelente! Son divertidos, con gracia y personalidad (hay gente que en la primera versión de su índice pone "infancia", "juventud", "vida adulta", y un título tan sugestivo y diferencial como "Mis memorias").

Ahora, no era necesario escribir la autobiografía entera en esta etapa, ja ja ja! Y por supuesto que las escenas clave pedidas surgen de todo esto. Lo bueno es que, más allá de lo que sigas agregando a cada capítulo (por ejemplo, con otras consignas realizadas en este taller que "embonen" en los bloques planteados), estos episodios que supongo que (según tú) son la descripción desarrollada del título son muy valiosos en sí y quedan como fragmentos más que ad hoc.

A cada bloque le puse un número para poderte comentar sin escribir el título completo.

1: Buenísimo el título y la anécdota asociada! (¿así que escorpiano también, eh? sí, se nota)

3: JA! Estupendo. Las dos anécdotas. Y el estilo, eso es lo que destaca.

5: Fórmula "matemática" muy graciosa. Bien por la historia del Puto Castro metida de refilón: dice mucho.

6: En este fragmento hay un tono más íntimo y duro (en realidad por lo que relata mismo), pero que no contrasta con lo anterior, se integra. Es el mismo narrador sagaz y atento.

El shock del cambio que relata (1985) no sólo tiene que ver con esos factores personales, sino con el pasaje de la dictadura a la democracia, no sé si se notó... :-)

10: "Hace proyectos de vida". Muy bueno. Dale una ojeada a Viktor Frankl, si no lo has hecho todavía. Tal cual. Buenísimo el pasaje del doctor y el elefante.

No quiere decir que los fragmentos no citados no sean buenos, o sean menos buenos, pero estos puntos simplemente me llamaron la atención. Me gustó mucho la idea de dividir el libro en décadas; tomé estas notas:

I. LOS 70
Excelente planteo del personaje Moroscar y sus experiencias infantiles (poder, sexo, lugar en la sociedad/familia, etc). Adler, Freud y Bert Hellinger muy satisfechos con el tácito discípulo, todos citados sin la menor sospecha del lector :-)

II LOS 80
No tengo nada en particular

III LOS 90
Sensacional este bloque. Tu voz se luce, se cuentan episodios difíciles pero siempre con esa chispa burlona que engancha al lector.

IV 2000
El cierre ("Aún me gusta el viaje...") me encantó, en todo sentido. Qué fuerza que tiene, y qué honestidad.

Si te cito los pasajes destacables, no termino más; cúmpleme decir que mi copia está llena de subrayados en marcador amarillo. Algunos ejemplos: fin de bloque 5, varios comentarios en el bloque 8 sobre tu madre (rezo, mascota castrada, padre de mis padres), encuentro con la mujer de mi vida que nunca lo fue varios años después, "hoy era el único día de la semana", todo el episodio del cáncer incluyendo a la doctora suplente y su pánico, en fin.

Es interesante, es ameno o divertido sin dejar de ser hondo, dan ganas de leer sobre la vida de este personaje. Tremendo piropo ¿no?

Sigo con lo demás: tengo la 2 y la 3 evaluadas en papel. Me falta la 5 y a vos la 6.

29 marzo 2008

CONSIGNA 5

MARTES
¿Cuáles son los asuntos que me quedan pendientes con la vida? ¿Tengo que reconciliarme con alguien, defenderme, aclarar, perdonar, intentar un sueño, hacer un viaje? ¿Qué es lo que necesito hacer y todavía no he hecho?
Tras recapitular, no muy extensamente, sobre las personas con las que he tenido las mayores interacciones en mi vida, creo que a la persona a la que tendría que perdonar, o con quien tendría que reconciliarme, o defenderme de, o aclararle algo soy yo. Puede parecer la búsqueda de una salida fácil pero, sin considerarme el único que controla mi entorno, si creo que tengo una cuota muy importante de participación en la mayoría de los hechos. No puedo solo decir “ la vida me hizo esto” sin decir también “y yo debo haberle hecho algo a ella, ¿no?”. Buscar solo estar a mano es injusto porque pasaría por alto a los intermediarios, que son junto conmigo, quienes pagan las consecuencias de mis actos. Por supuesto que el precio es diferente para cada uno. Para mí es caro no haber logrado sentirme el hijo que creo que mis padres esperaban, o no haber estado a la altura del amor de la primer mujer que me amó. Pero para ellos seguramente el costo fue otro aunque la cantidad de monedas fuera la misma.
Con mi padre tuve una pequeña charla no hace mucho y me sentí mejor, hasta que mi demonio interno me hizo pensar que la misma se debió dar mucho tiempo antes y que ahora mi padre no lograba valorarla como yo esperaba. Por eso él, y mi madre aunque en una forma diferente, serian 2 personas con las que me gustaría no sentirme tan en deuda.

Buscar un par de personas que lastimé en vida y darme la oportunidad de pedir perdón o explicar, o darles la chance de darme vuelta la cara de un golpe. La persona en definitiva soy yo, y tal vez deba sentirme en paz conmigo mismo a través de los intermediarios de mi vida, pero no como si fueran instrumentos, sino como personas a las que ayudar a sentirse mejor al ayudarme a mí. ¡Ah sí!, la generosidad tiene varias mascaras...

¿Viajes? He hecho varios y son la esencia de estar vivo por lo que me quedan muchísimos mas, desde Solís de Mataojo hasta el Taj Mahal. Viajar, moverse, vivir. El destino es secundario

¿Sueños? Tengo. Y pesadillas. Siempre despierto después. Algunos los he cumplido. Tengo mi propia “Buket List” mucho antes que la película y se llama: “Things to Make and Do” (me gusta como el juego de palabras enfatiza el “hacer” las cosas, y es el titulo de una canción que no recuerdo de que va). La tengo siempre a mano pues cada vez que tacho algo que hice o agrego algo para hacer me siento vivo.

Pero hay algo que aun no encontré y no tengo en la lista y es hacer algo realmente altruista y aventurero a la vez. Dar la vida o parte de ella por algo o alguien, dejar una marca en la historia de alguien. No sé si hacer un viaje como una especie de misionero, o donar un órgano, o colaborar con alguna ONG, o hacer feliz a una mujer, o tener un hijo. Cuando lo resuelva sé que tendré buena parte del camino allanado y partiré sin la sensación que tengo ahora de que estoy dejando algo en el Free Shop.

MIÉRCOLES
Si me anunciaran que me queda tan solo un mes de vida... ¿qué cambios haría, cómo pasaría ese tiempo, a quién se lo diría?
Suponiendo que no me muriera de un ataque al corazón en ese momento, renunciaría a mi trabajo (espero que tengan el buen gusto de anunciármelo al día siguiente de cobrar). Con el dinero organizaría una fiesta e invitaría a todas las personas que conozco un poco más que un poquito. No diría el motivo de la fiesta pero yo sabría que seria una especie de velatorio anticipado con la diferencia que en vez de estar boca abajo y en un cajón, estaría caminando y comiendo sándwiches. Y bebiendo, bebiendo mucho. A aquel que no asistiera a la fiesta le mandaría una carta (no un mail) contándole el verdadero motivo de la fiesta, diciéndole que no se preocupara ya que apenas se notó su ausencia y que además estoy seguro que lo voy a ver pronto, aunque no antes de un mes. Haría de tripas corazón antes que esa expresión deje de ser solo figurativa, y les diría a mis padres que los amo y son las mejores personas que conocí en mi vida. Que no estén tristes pues yo estoy excitado ( y seguramente ebrio o empastillado), y que me perdonen todo. Le diría a mi hermana que se tome las cosas con mas calma pues es una gran persona excepto cuando se emperra. Ahí es una perra. Sacaría todo el dinero de mi tarjeta y me daría todos los gustos materiales que tengo en mi lista de cosas para hacer y que pudiera costear como algunos viajes y clases de paracaidismo y buceo. Quemaría mis corbatas (la prenda de ropa más inútil que se inventó). Me teñiría de rubio a ver como queda. No me afeitaría en todo el mes, alquilaría por unos días una casa junto al mar en una playa solitaria o en una especie de risco, compraría un equipo de música con home theater y pondría mis cd`s a todo volumen. Iría a buscar a la mujer que amé y nunca se lo dije, le contaría mi situación y le pediría como un ultimo deseo un beso, ya que fue, es y será el amor de mi vida. Y si se negara le diría que es un alivio ya que no esperaba que el tiempo la hubiera desmejorado tanto. No perdería el tiempo en ir a mandar a la mierda a varias personas que se lo merecen. Les mandaría una cadena de mails. Pecaría con la carne aun más de lo que ya lo he hecho. Haría algo muy bueno por un desconocido.

Todo esto suponiendo que luego del anuncio todavía me queden ganas de vivir, de levantarme. Si no, me pegaría un tiro y terminaría la agonía ahí mismo, ¿para que prolongarla un mes?
Y el ultimo día, el verdadero y ultimo día que sabría que voy a estar vivo, me sentiría para la mierda por la mezcla de alcohol, pastillas y depresión. Tanto que creo que hasta rezaría un rato. Y en mi plegaria le agradecería a Dios por esa buena idea que tuvo del "libre albedrío" y le pediría 2 cosas: que mi familia no sufra y que me den una segunda oportunidad. Pero no me quedaría despierto a esperar la respuesta. Ya fue crueldad suficiente.

JUEVES
¿Cómo me gustaría que fuera mi funeral? ¿Elegiría alguna música, me gustaría que leyeran algún texto o cualquier otro detalle que quisiera dejar arreglado de antemano? ¿Quiénes estarían presentes? ¿Sería en una casa o en una funeraria? ¿Servirían algo de tomar o de comer? ¿Habría alguna ceremonia religiosa?
Ah, vamos por partes:
¿Cómo me gustaría que fuera mi funeral? / ¿Quiénes estarían presentes?
No lo llamaría funeral. Reunión social. Y yo mismo haría las invitaciones. "Te invito a mi despedida de este mundo porque me morí. Si no vas no me voy a enterar pero elegí a muy pocas personas para entregarles algo que siento que les debo, y tu eres una de ellas”. Obviamente seria mentira ya que enviaría un montón de invitaciones iguales. Dejaría instrucciones para que hubiera un portero que recibiera a los invitados y cuando estos llegaran, el portero miraría la lista que previamente preparé y les diría "lo siento pero usted señor/a no está en la lista; usted si está; usted está pero tiene que estar parado; usted si pero su acompañante no; usted estaba pero fue tachado a ultimo momento por alguna razón..."

¿Sería en una casa o en una funeraria? / ¿Servirían algo de tomar o de comer?
Seria en la cima de un risco o pequeña montaña frente al océano en horas del mediodía y de un día de mucho sol. O podría ser en Rocha, en el Cabo Polonio, sobre las rocas, entre los lobos marinos aunque no está permitido. Pero si cobran $5 por ir al baño del faro creo que esto se puede arreglar por un poco más. Lo cierto es que deberá ser frente o en el medio del mar y con un fuerte viento a favor ya que desearía que esparcieran mis cenizas en el aire y no quisiera servir nada de comer ni de tomar y mucho menos a mí mismo
El sábado ahondare con el tema de las cenizas para que no digan que hago lo que quiero con las consignas...

¿Habría alguna ceremonia religiosa?
Si implica cruces, un sacerdote, colores negros, coronas y todo lo tradicional que tiene que ver con la religión de la que soy parte pero no practico mucho la respuesta es no. Si se refiere a si invitaría a Dios a la reunión, la respuesta es si.

¿Elegiría alguna música, me gustaría que leyeran algún texto o cualquier otro detalle que quisiera dejar arreglado de antemano?
¡Ah, esta es la mia!
Si U2 fue la banda sonora de mi vida, es lógico que lo sea para mi muerte. El D.J. contratado debería mechar durante la ceremonia (el recibimiento, los saludos y todo eso hasta que se acomoden, la lectura de algo, el tirar las cenizas y después el cada uno para su casa) 5 canciones que elegí por algún motivo particular que explico brevemente:
1-Until The End Of The World ( La letra es una imaginaria charla entre Judas y Jesús, pero releyéndola, la puedo aplicar a este nuevo y definitivo encuentro con la muerte. Ya nos habíamos encontrado antes como conté hace mucho, y quizás esto es lo que le podría decir a Ella esta vez)
Haven't seen you in quite a while
I was down the hold
Just passing time
Last time we metwas a low-lit room
We were as close together
As a bride and groom
We ate the food, We drank the wine
Everybody having a good time
Except you
You were talking About the end of the world

I took the money

I spiked your drink
You miss too much these days
If you stop to think
You lead me on with those innocent eyes
You know I love the element of surprise
In the garden I was playing the tart
I kissed your lips and broke your heart
You...you were acting like it was The end of the world

In my dream I was drowning my sorrows

But my sorrows they learned to swim
Surrounding me, going down on me
Spilling over the brim
Waves of regret and waves of joy
I reached out for the one I tried to destroy
You...you said you'd wait
Until the end of the world

2-Kite (Un mensaje para aquellos, si los hay, que están sufriendo mi perdida. Mi regalo de despedida)
I'm not afraid to die
I'm not afraid to live
And when I'm flat on my back
I hope to feel like I did
I want you to know

That you don't need me anymore
I want you to know
You don't need anyone
Or anything at all
Who's to say Where the wind will take you

Who's to say what it is will break you?
I don't know
Which way the wind will blow
Who's to know When the time has come around?

Don't want to see you cry
I know that this is not goodbye
It's somewhere I can taste the salty sea

There's a kite blowing Out of control on the breeze
I wonder what's gonna happen to you
You wonder what has happened to me
Did I waste it?

Not so much I couldn't taste it
Life should be fragrant
Rooftop to the basement

3-In A Little While (Acá hay una aceptación y a la vez un ruego de que me reciban bien. También el deseo de llevarme algo o casi alguien. Dato extra, la Mamá de Joey Ramone dijo que esta era la última canción que su hijo escuchó antes de partir)
In a little while
Surely you'll be mine
In a little while I'll be there
In a little while

This hurt will hurt no more
I'll be home, love
When the night takes a deep breath

And the daylight has no end
If I crawl, If I come crawling home
WiIl you be there?
In a little while

I will blow by every breeze
Friday night running
To Sunday on my knees
Slow down my beating heart

Man dreams one day to fly
A man takes a rocketship into the skys
He lives on starlets dying in the night
And follows in the trail
The scatter of light
Turn it on

Turn it onYou turn me on
Slow down my beating heart

Slowly, slowly love

4-With Or Withot You (Nunca la creí una canción de amor sino todo lo contrario. Para la ocasión se vuelve mordaz y se la desearía a alguna mujer que se la mereciera. Y si no hay nadie así, me gusta la canción y chau!)
With or without you
I can't live
With or without you

5-Where The Streets Have No Name (Y vuelta a la vida! Me gusta! Me gustaría hacer lo que dice en el estado en que sea que yo estuviera! Libre al fin!!!!)
The citie is a flood
And our love turns to rust
We're beaten and blown by the wind
Trampled in dust
I'll show you a place
High on a desert plain
Where the streets have no name

Alguien con buena voz y onda debería leer esto:
Dicen que uno en realidad no muere pues sigue viviendo gracias a lo que deja. Si se refiere a las deudas puedo quedarme tranquilo de seguir vivo y encima no tener que pagar nada. A propósito les recuerdo a mis familiares que la 1º cuota de la hipoteca se vence a fin de mes. De nada.
Pero creo que la frase va por lo espiritual. El recuerdo indisoluble que uno deja en aquellas personas que conoció. O sea que uno no se muere hasta que no se muere el ultimo tipo que lo conoció a uno y se acuerda de él. ¡Y a eso lo llaman descansar en paz!. Por suerte siempre está el alzheimer para acelerar el tramite.

Otra cosa que se hace en casos así es preguntar: "¿por qué?". A veces se pregunta por que se murió, otras por que no se murió antes, pero es la pregunta del millón: "¿por qué?". Por supuesto no hay respuesta que valga lo mismo, entonces al formularla lo que hacemos es malgastar ese millón. Mandamos cohetes al espacio a causa de nuestros "¿por qué?" y con ese dinero podríamos evitar que la gente de la Tierra se pregunte "porqué" no tienen comida en sus platos. ¿Y por qué? Ven. Hasta yo que estoy muerto sigo con la bendita pregunta, así que ustedes que están vivos dejen de hacerla. O al menos no la malgasten. Úsenla bien ya que cuestionarse las cosas es la mejor manera de crecer y vivir. Excepto para los niños claro, a quienes se les debería prohibir hacer la pregunta para no dejar en evidencia a cada rato a los estúpidos de sus padres.

Luego de mi primera experiencia con la muerte a veces me pregunté ¿por qué?. Pero no por que me había pasado, sino por que había sobrevivido. Que propósito tenia el haberme dejado con vida. ¿Debía hacer algo para merecerlo y honrarlo ahora? ¿Que se esperaba de mí? ¿Debía inventar o descubrir algo?¿Ser mejor persona? ¿Ser más sabio? Si uno se muere se acaban los problemas en este mundo, pero si uno sobrevive cuando se suponía que no, recién empiezan. Era como si ahora la vida se hubiera vuelto un Banco que reclamaba el pago cada tanto y yo no tenia idea de como pagarle. Me sentía un estúpido encima. Me imponía una presión que lo que hacia era quitarle calidad a la nueva vida que me había sido obsequiada. Me olvidaba de vivirla y simplemente disfrutar el viaje. Y todas esas cuestiones están en la cabeza de uno y de ahí hay que sacarlas. No sobrevalorar tanto la frase "le gané a la muerte". Prefiero a la gente que le ganó a la vida pues ésta es una luchadora con mas reflejos y pega más veces que la muerte. Muchas veces me bajó dientes o me hizo brotar liquido por los ojos, pero créanme que cada vez que le dí un tremendo golpe supe lo que era estar vivo y lo que vale la pena vivir. Ahora sé los que le digo. Así que así estuve. Tratando simplemente de vivir hasta que el próximo round llegara y yo perdiera. Y llegó. Y no sé si di una buena pelea pero si sé que di unos buenos golpes, ojala suficientes como para dejar una marca. Ojala lo supiera mientras escribo esto.

Se debería tomar todo este asunto de la muerte como lo hacen los mexicanos. Si uno ve "El canal de las estrellas" o Televisa, piensa que, vivos, los tipos son insoportables. Pero una vez que se mueren, ¡¡ se vuelven gente tan agradable!! Hasta contagian su alegría a los vivos y les hacen comer en cráneos de caramelo y otras cosas de tan buen gusto.

Si además del que esta cobrando por leer esto, hay alguien mas presente (espero que haya la suficiente gente como para hacer sombra en el piso), que no esté triste por mí. Si esto es el fin y no hay nada mas allá entonces no estoy sufriendo; si estoy en el Paraíso y no se parece al dibujito de la revista "Atalaya" entonces no estoy desesperadamente aburrido; si estoy en el Infierno entonces estoy en el mejor lugar para encontrar un abogado y apelar mi caso; si reencarné en otro ser vivo, por favor tengan cuidado al pisar a partir de ahora. Y si como espero, estoy en las puertas del Cielo con el gran Maestro recibiéndome, seguiré la tonta tradición de ustedes los vivos y le preguntaré: "¿es la vida la prueba a salvar para llegar al Paraíso, o la vida misma es el Paraíso a pesar de todo y debemos aprovecharla como tal?" Y Él, que tiene un sentido del humor mucho más agudo de lo que podemos comprender, tomaría un texto de uno de sus hijos más rebeldes: Bukoswky, y me respondería citándolo:
"Ah, sí
existen cosas peores que
estar solo
pero a menudo lleva décadas
darse cuenta
y la mayoría de las veces
cuando lo hacés
es demasiado tarde
y no hay nada más terrible
que
demasiado tarde."
Gracias por venir y ustedes que pueden sigan con sus vidas.

VIERNES
¿Cómo me imagino el primer altar de muertos que en mi honor harán mis familiares y amigos? ¿Qué elementos tiene? ¿Cuáles representan lo que me gustaba en vida?
(Si la idea del altar de muertos te resulta difícil de imaginar o no está dentro de tu propia tradición, puedes sustituir la pregunta por redactar un breve testamento en el cual repartas todas tus posesiones materiales)

Ni altar ni testamento ( Tal vez en unos años cambie de opinión pero estoy escribiendo todo esto como si me fuera a morir ahora, esa es la idea ¿no? Porque yo me imaginé que no paso de Abril para hacer esta consigna lo mas real posible)
En caso de que reencarnara no lo voy a hacer en mi mismo (eso espero), por lo que descubriría nuevas cosas que me gustaran en la vida. Si no reencarno, ¿por qué obligar a otros a que guarden mis cosas si no les gustan? Dinero no dejaría, obvio. Mi hermana puede quedarse con mi dvd pero no preciso dejarlo por escrito. Sé que lo va a hacer. El resto, por ahora solo tiene valor para mí y yo ya no voy a estar para valorarlo.

SÁBADO
¿Quiero que me entierren o que me cremen? ¿Qué me gustaría que dijera mi lápida (redactar la frase o texto, breve y concisa)? ¿Dónde se guardarían o echarían mis cenizas, si opto por eso? ¿En qué cementerio me enterrarán o me gustaría que me enterrarán? (si esta pregunta es demasiado específica para esta etapa, se puede cambiar por definir la ciudad en la que preferirías estar sepultado)
Esta fue difícil. Yo elegiría que me cremen y tiren mis cenizas al océano como dije antes, pero hay que ser precavido y no cerrar puertas. Si me reencarno, y por un error burocrático lo hago en mi mismo, me gustaría estar presentable para hacer la queja y no ser un montón de cenizas a quien nadie tomaría en serio. Por lo que pensé también en la posibilidad que envolvieran mi cuerpo en una bolsa negra y lo tiraran al mar. Pero, ¿si no estaba muerto y solo sufrí un ataque de catalepsia? Pensé en que me tiraran con una tijera y un flotador pero tanto trabajo mas la imagen morbosa me hicieron descartar la idea por lo que me la jugué y elijo la cremación con la condición de que se aseguren que estoy bien muerto antes de meterme al horno (tienen permiso de pincharme un par de veces con una vara para comprobarlo.

No quiero ser guardado en una urna antes de ir al mar. Quiero que sea en una botella especialmente mandada a hacer de cerveza Heineken o Guinnes o Quilmes Stout o una mexicana (no la que se vende acá) que probé en Las Vegas y no recuerdo el nombre pero era una delicia. Un poquito de cenizas en cada una tal vez.
No habría lapida pero cada botella luego de ser vaciada de mí (¡ah!, buen titulo para un bolero; "Vaciado de ti..".), llevaría un mensaje, un mensaje en una botella (¡ah!..., ah no, Police ya lo hizo) que diría: "Esta fue una de las 4 ultimas moradas de Oscar Winston Camaño Camejo sobre la Tierra. Alguien que dijo perdón, gracias, por favor, buen día, no, si, no sé, ya sé, te amo, andá a la mierda, y la mayoria de las veces se lo dijo a alguien"

DOMINGO
¿A quién le escribiría una última carta o llamaría por teléfono si la muerte me diera unos minutos antes de terminar mi tiempo en esta tierra? ¿Qué le diría en ese momento? ¿Por qué será que elijo a esa persona por encima de las demás? ¿Tengo algún asunto pendiente con él/ella?
Creo que ya habría hablado con todos cuando me dijeron que me quedaba un mes. Pero si es la misma Parca la que me da los últimos minutos, no llamaría a nadie pues no me gustan las despedidas. Y ya he escrito demasiado así que la muerte estaría harta de mí. Y si, tengo asuntos pendientes antes de morir. Pero ya dije que son conmigo mismo. Por lo que solo pediría de nuevo a Dios por mi familia y que me reserve un buen lugar. Que entienda que solo fui un ser humano con libre albedrío y que no es un reproche. Que seguramente no honré la vida como Él o como otros esperaban pero a mi favor diría que lo hice a conciencia ya que traté de vivirla a mi manera. Tampoco me salió como me hubiera gustado pero ya no me quejo y estoy en sus manos como un pájaro con el ala rota en las manos de un extraño de quien desconoce su piedad o su ira pero presiente la presencia de ambas Y también en mi defensa de mi vida imperfecta, reconozco que justo se me ocurrió querer con ahínco aquello que sabia que nunca podría obtener, y de alguna manera me las tuve que arreglar con eso.


CONSIGNA 4

(Desierta por falta de convicción)

05 marzo 2008

CONSIGNA 3

Ejercicio 1
1- Un mundo nuevo entre mis manos
El close up se hizo cada vez mas close y yo me ponía cada vez mas up. Así de naif podria titular un adolescente en llamas su primera imitación del pobre Onan.
Por otro lado, una mujer desnuda y en el agua podría inspirar un poema e Mario Benedetti aunque se terminara copiando a si mismo.
En un niño de solo 14 o 15 años, nada de esto podía ocurrir y solo podría surgir una sola, básica e inevitable acción.
La película clase “B” española ayudaba al ambiente bizarro de la situación: mi primera erección frente a la T.V. blanco y negro 14 pulgadas, con la luz prendida y sentado en la mesa de la cocina, cerca de las 10 de la noche. No me esperaba que esa mujer nadara hacia la cámara y se detuviera frente a ella y le empezara a hablar mientras jugueteaba con sus brillantes senos bajo una tenue luz lunar o focal. Inmediatamente mi miembro quería salirse de mis shorts como si tuviera un radar y la gran idea fue sostenerlo con mi mano. Allí el placer físico se fundió con el visual y la española me hablaba a mí con acento impostado y palabras casi inaudibles. En ese momento podía estar recitando la constitución articulo por articulo y yo estaría excitado como un animal. Mi mano y mi pene eran una maquinaria perfecta que trabajaba sin descanso y en pocos minutos la producción estaba completa. Casi al mismo tiempo que duró la escena en la película.
Fue la primera que me masturbé y que era conciente de ello y algunos sentimientos encontrados afloraron como siempre que uno deja de vivir el momento para detenerse a pensar: culpa, pues no tenia claro si era lo correcto sentir tanto placer y no controlarlo (¡gracias castos educadores escolares!); fastidio, pues ahora tenia que limpiar el producto de mi descontrol y no entendía porque me resultaba tan desagradable el mismo si había surgido de mi momento de mayor placer físico hasta entonces; flacidez...antes normal, ahora deprimente.
Pero por sobre todas las cosas la sensación de que un nuevo y fascinante mundo se había abierto ante mi. No sabia entonces que en realidad el mundo no se abre hasta que las piernas de una mujer lo hacen delante de uno, pero ahora estaba un paso mas cerca de saberlo.

2- Una mujer desnuda y en mi cuerpo
Vaya confesión la mía si dijera que me gusta el sexo. En casi todas sus variantes siempre que involucren mujeres y solo mujeres y no requieran entrar en ningún orificio “solo de salida”. Si, tengo algunos escrúpulos todavía.
Podría describir con lujo de detalles como me satisface hasta el éxtasis las formas en que una o mas de una mujer se dejan tomar sexualmente y me toman, pero seria muy básico explicar el secreto del placer en eso que no tiene secreto. Si lo tiene el después. Y siempre hay un después. Está el después en que uno siente indiferencia, o un poco de culpa que uno reprime pero casi siempre quiere salir a escena, o el después incomodo de “¿y ahora que hacemos?” o el peor aun de “¿y ahora que hice?”.
El mejor después ocurría en los tiempos en que creía estar enamorado. Una especie diferente de orgasmo. Ella tenia el pelo largo y enrulado por lo que debía acomodarlo ante mi atenta mirada antes de recostar su cabeza sobre mi pecho, su pierna sobre mi pelvis y su cansado cuerpo casi todo sobre el mío. Físicamente la posición no resultaba del todo cómoda ya que me obligaba a poner mi hombro de una forma en la que su cabeza tuviera una especia de respaldo y terminaba acalambrándome al cabo de unos minutos. Pero antes de eso, esos minutos en lo que el silencio acompañaba como música a la bella melodía de su respiración cada vez mas fuete a medida que iba entrando en el sueño profundo, ese era mi momento. No había otro lugar en el mundo en el que quisiera estar y la dicotomía se apoderaba de la situación y yo la dejaba: yo estaba excitándome de nuevo pero no quería mover nada de esa escena: ella durmiéndose en mi tras haber hecho el amor y yo recorriendo su espalda con mis dedos como el pincel recorre el lienzo de una obra de arte. Por un rato el mundo era exactamente similar al mundo perfecto. Mi mujer desnuda y durmiéndose en mi cuerpo. Ese era mi poema. Ningún hombre puede saber cuanto ama a una mujer si su mundo no se detiene ante un momento así, aun cuando su miembro pida mas, el placer pasea por su alrededor y lo convence de esperar.
Pero el mundo no se detiene en realidad. Solo te da un respiro y te hace ver lo que te vas a perder luego para añorarlo y sufrirlo mejor. Para racionalizarlo y quitarle la magia. Pero en algún lado queda guardada esa sensación incomparable y el saber que se llegó a experimentarla le da sentido a la vida al tratar de buscarla con ahínco una y otra y otra vez.

3- La mujer de mi vida que nunca lo fué (2° parte)
¿Por qué tenia que parecerse tanto a mi ideal de mujer?. ¿No podía quedarse en mi cabeza donde yo era el titiritero que controlaba sus movimientos?. ¿Por qué tenia que imaginar a una mujer que efectivamente existía? Y la broma final: ¿ por que tenia la oportunidad de conocerla y hacer realidad mis mas anhelados sueños y sin embargo jamás poder acercarme a ella mas de lo que se acercan 2 bancos en el liceo?
Definitivamente no estaba preparado a mis 17 años para abandonar la comodidad de mi mundo imaginario y actuar en el real. No al menos empezando con la prueba mas importante de mi vida amorosa. El plan de Dios debería haber sido el siguiente: hacerme caer de rodillas ante un par de mujeres atractivas pero olvidables, y luego de ese par de golpes ponerme a su mas preciado ángel, a la mujer de mi vida en mi camino, y por supuesto Él debería haber hablado a través mío y hacerme decir las mas bellas palabras par que su ángel no extrañara su edén. Pero no. Me dejó solo con mi cabeza abierta y mi boca cerrada. Y todos en la corte, incluido el bufón, se rieron de mi. Y entonces la primera vez que ella se dignó a hablarme y decirme la mas dulce frase que había oído en mi vida hasta entonces: “¿me prestas el cuaderno?”, mi balbuceo se complotó con mi mirada y pasé a ser momentáneamente retardado. Pero fueron los segundos de estupidez mas sabrosos de ese año. Ella pasaba las paginas lentamente como si estuviera jugando con mi paciencia. Su pelo se movía poco pero, lo suficiente como para desprender un aroma a jazmín y mi cercanía a ella con la excusa de estar ahí por si no encontraba la tarea me hacia respirar hondo el maldito gel corporal que tenia la dicha de estar sobre su piel. No tenia ningún gesto en su rostro y los tenia todos. Ahí, a pocos centímetros de tal divinidad estaba lo que quedaba de mi, perdido en sus pocos movimientos en cámara lenta y cargando las baterías de mi mundo imaginario pues había silencio, ninguna palabra mía que arruinara el momento. Mi mundo en el que ambos pasábamos las paginas y nos reíamos mientras mi mano ayudaba a la suya y mi cuerpo se acercaba mas hasta que solo la ropa era un pequeño obstáculo entre nuestros cuerpos. Claro que mientras yo estaba en ese mundo de erotismo incipiente me encontraba en medio de la clase y cuando me dijo “gracias, no la encontré”, vi como su mejor amiga me miraba con una sonrisa burlona en su cara. Y entonces caí, y caí desde lo alto. Temí que Ella se hubiera dado cuenta como si se dió cuenta su amiga.
No fue la ultima vez que me convertí en parásito de su belleza ni la ultima vez que me sentí así a su lado pero si la ultima que me deje llevar totalmente y siempre tire el ancla de la cordura cerca, un pie en el planeta Tierra y el otro en el planeta Ella. Obviamente no fue lo mismo y quedé atrapado para siempre bajo las patas de los caballos del amor y la conciencia.


Ejercicio 2

un animal, un alcohol u otra bebida, un momento del dia (puede incluir locación), un olor, una palabra

Rosario: oso panda, sangría, atardecer, bebé, karma
Mujer ideal: leona, bayley´s, noche, mar, control
Drew Barrymore: loba, cerveza, lluvia de verano, pop dulce, cool
Noelia: gata, vino rosado en caja, mañana, vagina, dulce de leche
Nancy: pájaro, agua sin gas, tarde de invierno, transpiración, insensibilidad

19 febrero 2008

CONSIGNA 2

EJERCICIO 1
A La fruta que robé y mi padre no
No éramos realmente amigos. Simples vecino que compartíamos travesuras. Su flia. era adinerada y su casa una de las mas lindas del barrio. La mía era la mansión más grande de la zona del Prado, aunque no fuera mía exactamente y si fuera la casa que mi padre, el casero, cuidaba. Yo vivía en la otra casa de enfrente pero dentro de la misma enorme propiedad. Por lo tanto, a los ojos del resto del barrio adinerado, mi flia. no era una familia rica, pero a mis ojos y los de mis vecinitos, lo parecía y era suficiente para mi.
También éramos iguales a la hora de planear travesuras.
En el fondo de casa vivió durante un tiempo un hombre que tenía muchas cosas plantadas: flores, plantas extrañas, árboles. Tenía un tejido alrededor que era lo único que nos separaba y que con un poco de trabajo se podía acceder desde mi fondo. Ese poco de trabajo implicaba pisar el tejido y romperlo, algo no muy difícil. Y el premio era suculento: un enorme árbol de nísperos jugosos nos esperaba del otro lado. Así lo hicimos mi vecino y yo. Juntamos cuantos nísperos podían guardar nuestros pequeños bolsillos y manos y corrimos de nuevo hasta mi casa pasando por encima del tejido caído.
No fue, vale decirlo, el crimen perfecto, y una vez que el vecino del fondo se lo comentó a mi padre este me retó severamente y me puso en penitencia en mi cuarto, no dejándome salir por el resto del día. De nada sirvió que le dijera que la culpa había sido de mi vecinito, el de la casa linda de la esquina, el hijo de Don Fulano de Tal. Eso solo aumentó su enojo y mi reprimenda. Como si le hubiera dicho algo que no quería escuchar.
Ese día solo podía ver por mi ventana el tiempo y la gente pasar. Hasta que detuve mi mirada en la esquina. Ahí estaban charlando y sonriendo amistosamente el vecino ultrajado, el padre de mi cómplice (Don Fulano), éste jugando con su triciclo y mi padre.
Mi única reacción fue incomprensión hacia la actitud de mi padre. ¿Por qué había sido tan duro conmigo y no había pedido el mismo castigo para el otro niño? ¿No me había creído a mi y si a el? “Mi padre creía en cualquiera menos en mi”, fue la respuesta a la que me aferré entonces
Mucho rato después mi padre entró al cuarto y sin decir palabra me ofreció una bandeja de nísperos enormes, mucho más grandes y jugosos que los robados y se sentó a mi lado. Yo me quedé un rato inmóvil en mi cama pero el hambre fue mayor que el orgullo y empecé a comerlos en absoluto silencio. Pasamos así un rato. En silencio. Pero con la sensación de mi parte de que el debía decir algo y explicarme para quitarme la sensación que me había dejado rato antes. El no dijo nada y yo tampoco. Ninguno iba a entender al otro seguramente. Las cosas se entienden con el tiempo aunque hablar ayuda si hay alguien realmente escuchando, y no había nadie así en esa habitación.

B Una noche en la fábrica
Fuimos al BAO. Me llevaba seguido a su lugar de trabajo y de noche solo estaba el sereno. Y me mostraba las enormes instalaciones de esa fábrica. Charlaba un rato con el sereno mientras yo trataba de no irme muy lejos y perderme. Era 1985 y yo recién había empezado el liceo público tras años de Colegio Privado. Un cambio que me venia siendo difícil de asimilar pero que todavía no había comentado con nadie quizás por no saber como. Cuando volví junto a los mayores hablaban de mí. “¿Así que empezaste el Liceo?” me pregunto el sereno. “¿Y te gusta?” agregó. “Si” respondí secamente. Se dirigió a mi padre y le comentó lo difícil que había sido para su hijo el cambio y que en los primeros días venia siempre llorando después de clase. “¿Y por qué?” preguntó mi padre. “Es que el cambio es muy grande”. “¿Y que hicieron?” pregunto de nuevo mi padre. “Hable con él. Le pregunté lo que le pasaba, lo escuché, se desahogó y le expliqué que ya iba a pasar, que era normal”. Yo estaba asombrado. Lo mismo que me pasaba a mi era de lo que estaban hablando y no percaté en ese momento el orgullo de mi padre al decir: “por suerte éste lo viene llevando muy bien y se ha portado como todo un hombrecito”
Al día siguiente volví llorando del liceo, me encerré en mi cuarto y no dejé que mi madre me hablara. Sentí llegar a mi padre del trabajo y mi madre lo recibió con la noticia. “¿Pero por qué, por qué ahora?” fue la reacción de mi padre, con cansancio y molestia mezclados.
Esperé que mi padre entrara a mi cuarto pero nunca lo hizo. Al otro día tampoco me preguntó nada y cada vez que lo veía él bajaba la vista o miraba hacia otro lado.
No me di cuenta entonces, pero le estaba tomando examen como padre. Y lo estaba perdiendo para mí incipiente etapa preadolescente.

C "Cuando es para mí, digan que no estoy"
Mi tío agonizaba y todos sabíamos que su muerte era inminente. Hermano mayor de mi madre, tío favorito de mi hermana y mió y mejor amigo de mi padre desde la adolescencia. Esa noche cenábamos los 4 en casa (le tocaba a otro familiar cuidarlo) y sonó el teléfono. Y mi padre, que odia los teléfonos, se levantó antes que nadie. Yo miré a mi madre que no levantó la vista de su plato y noté su angustia. Mi padre atendió con calma y siguieron unos gestos y manifestaciones de aprobación:”ahá, si, bueno, está bien”. Volvió a su silla y exclamó con voz tranquilizadora: “bueno, ya está, el tío murió y ya no sufre mas” y siguió comiendo. Y todos seguimos. Yo lagrimee pero no lloré, ni mi hermana, ni mi madre. Si la reacción de mi padre hubiera sido otra quizás hubiera seguido una escena de llantos y abrazos. Pero la forma natural con la que mi padre nos dijo lo que todos esperábamos nos hizo sentir tristes pero aliviados. Su mejor amigo y familiar había muerto. Pero su familia estaba viva y esperando por lo que él dijera.
Fue la primera vez que me sentí orgulloso de la dureza de mi padre. Y comprendí que su coraza era muchas veces una capa que usaba para protegernos a todos y no a solo a él. Justo en mi adolescencia, la etapa en la que más veces le reproché cosas como no haber sido el padre perfecto que esperaba de niño. Justo antes de darme cuenta de que tal vez no había sido el mejor padre del mundo, pero si el mejor tipo que conocí en mi vida

EJERCICIO 2 La mansión de los Principes
No vivíamos en ella exactamente. Mi padre era el casero y la casa del casero estaba enfrente de ella. Pero dentro de la misma propiedad. Ya la casa del casero era suficientemente grande. De 2 pisos, 3 cuartos y muy cómoda. Pero era imposible no tentarse y pasar la mayor parte del tiempo en “la mansión”. Así la llamábamos todos. Era la casa de los Príncipes Volchakovh o algo así. Unos descendientes de unos príncipes rusos. Los dueños actuales, o los que conocí, eran uruguayos. Una Sra. y sus tres hijas de unos 20 años que vivían en el exterior y cada vez que venían se quedaban en la mansión y jugaban conmigo y mi hermana y nos llenaban de regalos. Eran absolutos desconocidos para mi con los que me sentía a gusto a pesar de no entender porque ocupaban la mansión cuando querían. Cuando no jugaba con las hijas, las únicas personas adultas con las que me sentía a gusto cuando me besaban y apretujaban contra sus cuerpos como si fuera su juguete, me quedaba en la casa del casero, mi casa, mirando por la ventana esperando el día que se fueran y pudiera entrar de nuevo.
Entonces volvía a subir la escalera hacia la entrada. La puerta enorme de 2 hojas se abría pesadamente pero sin ofrecer mayores obstáculos para un pequeño de 5 o 6 años. La gran alfombra con dibujos que nunca llegue a entender era una especie de camino hacia la sala principal. Completamente vacía. Sin muebles, ni cuadros, ni fotos sobre la gran chimenea. Nunca me pregunté por que nadie vivía ahí ya que lo que me interesaba era que yo vivía a 10 mts. y entraba cuando quería. Incluso me festejaron más de un cumpleaños ahí. No se si era correcto, o los dueños lo permitían pero eso era algo que a mi no me importaba en lo absoluto.
Para dar una pauta del tiempo que pasaba en la mansión puedo decir que no recuerdo la cocina de la casa del casero pero si la de la mansión. Era pequeña en comparación al resto de la construcción. De azulejos celestes y placares del mismo color pero mas oscuro. Por supuesto no había ningún utensilio colgando ni nada en los cajones de madera. Pero si había una heladera que se usaba en casos especiales como cuando hacíamos alguna reunión familiar en el fondo de la casa y debíamos proveerla de alimentos. Podía ser la cocina de cualquier otra casa. Nada especial, solo que era la primer parte de la casa a la que se accedía siguiendo el camino indicado por la alfombra. Luego había una sala que yo no tenía idea para que era pero que tenía un enorme ventanal que dejaba ver el parque en toda su extensión. Podía acceder a dicho parque desde el exterior de la casa pero yo prefería entrar y abrir el ventanal, levantar las cortinas, dejar que la luz inundara la sala y entonces si, llegar al parque, el cual por supuesto, era la cancha de fútbol del barrio. Dicha casa me coloco en una posición importante dentro de la mini sociedad infantil del barrio. Si bien todos vivían en grandes casas, la mansión y su parque ocupaban media manzana. La otra mitad era un campo seco desde que se había mudado quien vivía en el, donde solo había un ombú enorme el cual era parte de nuestro lugar de juegos también.
Otra vez dentro, desde la sala de estar se podía subir a la planta alta por 1 escalera de madera fina al costado del pasillo que uno se encontraba al entrar a la casa. En el otro costado estaba uno de los baños. El más pequeño. Subir la escalera era agotador pero inevitable. Antes de llegar a la planta alta uno se encontraba con un majestuoso Vitró parecido al que estaba en la Iglesia de mi colegio solo que no había ninguna forma celestial en este y si estaba lleno de formas geométricas que no me decían nada. Subiendo unos escalones mas se llegaba a la planta alta donde estaban los 4 cuartos, todos diferentes en tamaño, el escritorio y 2 baños mas.
Pero las habitaciones de arriba no me interesaban. Una vez arriba había un ritual sagrado que era mirar para abajo desde el borde del pasamano que continuaba a pesar que la escalera no. El pasamano era la única barrera entre el pasillo de la planta alta y el vacío, el caer hacia la enorme sala de estar y su alfombra. Un acontecimiento que sufrieron todos mis juguetes ante mi placer. Verlos caer desde semejante altura era como verlos caer en cámara lenta y me daba tiempo para imaginar lo que podían decir mis muñecos mientras caían hacia una muerte segura. Los que sobrevivían, la mayoría de plástico, volvían a jugar conmigo. Los que se hacían pedazos me dejaban una mezcla de dolor y placer por lo visto, en especial los autitos a los cuales me hubiera gustado ver explotar al caer, tal como en las películas.
Es que la mansión era de película, nada parecía real, no parecía ser un lugar construido para ser habitado, solo para jugar e imaginar situaciones como en el cine.
Años después, al pasar de nuevo por ahí, la mansión no parecía tan grande como antes. Todo se había reducido y yo estoy seguro que no había crecido tanto. Sin embargo cuando la recuerdo la veo en mi mente como la veía cuando era niño y no logro recordar muy bien lo que vi cuando la fui a visitar muchos años después. Es como si la memoria infantil de mi vida y mis vivencias ahí no permitiera ser modificada por la simple visita de un adulto.

13 febrero 2008

CONSIGNA 1

MI VIDA- O COMO CONVIVIR CON UNA MEMORIA SELECTIVA CON VIDA PROPIA

LOS 70- LLANTOS DE BEBES INOCENTES
“¡Dios lo trajo al mundo un 2 de noviembre, carajo!”

Y a solo 2 horas del día 3, por lo que la perspicaz de mi tía le sugirió a mi padre que me anotara el día 3 ya que “el día de los difuntos” no iba a ser una fecha muy adecuada para festejarle cumpleaños al niño. Según me cuentan, mi padre golpeó la pared y espetó: “¡Dios lo trajo un 2 de noviembre, será anotado un 2 de noviembre carajo!”.
Mi padre nunca soportó mucho a mi tía por lo que me quedó la duda que hubiera pasado si hubiera sido otra la persona que propusiera ésa idea. Pero prefiero pensar en la parte romántica y casi épica del relato. Para ése mundo que yo había inaugurado, ésa fecha había cambiado de festividad con un llanto de bebé y una sentencia paterna. Casi una historia sacada del Olimpo.

Los hijos son iguales, pero el segundo es el segundo
Cuando le pregunté a mis padres porque no había más fotos de mi cuando bebé (sólo había una y estaba acompañado de mi hermana) la respuesta fue: “y…eran tiempos difíciles”. 1972; si, era un año difícil… ¿para sacar fotos a un bebé? ¿Podía verse como un acto subversivo, o como una demostración demasiado burgués y capitalista? Mi hermana que nació 6 años antes tenía fotos de ella en todas las posiciones en las que un bebé podía ponerse (3 o 4 pero nos parecen cientos). La respuesta no me convenció pero no indagué más. Tal vez por miedo a saber si lo difícil era la situación económica o la situación afectiva de la pareja. Hay cosas que, si no son tan importantes, es mejor dejar en la nebulosa y seguir adelante.

Travestismo, incesto y sexo entre niños (O como vender una simple anécdota infantil con un titulo escandaloso. Primera lección para futuro editor de prensa)
Mi hermana quería una muñeca para jugar y le trajeron un hermano. Era comprensible su enojo y desilusión, pero de ahí a vestirme como nena a mis 2 años y sacarme a pasear por el barrio, presentándome con todos los vecinos como su nueva hermanita, hay un trecho psicológico grande para indagar. Se que mis padres la retaron y se que a mi me quedaba muy bien el maquillaje. Lo que no sabia en ese momento era que unos 3 o 4 años mas tarde me iba a vengar. Disfrazados de algo, con sabanas y sombreros, jugábamos en el cuarto y terminamos inocentemente en la posición del misionerito. Y si bien no fue del todo física, esa fue mi primera erección mental. Fue también la última vez que jugamos de mano así. A partir de entonces nos tirábamos cosas a distancia y mi hermana no volvió a dudar del sexo del juguete de la casa.

Esa crueldad bajita que se incorpora.
Sentado a los 5 años en un enorme pupitre de madera rayada y hierros curvos a mi alrededor me sentía atrapado. No era el único en esa posición pero había otros que, vestidos como yo, ya se habían liberado y corrían y gritaban. Nada tenia mucho sentido para mi. Sabia que mis padres estaban afuera porque así me lo habían prometido, pero mi protección, mi guardaespaldas, el que yo movía y miraba sin levantar la vista de él era mi “Hombre de Acción”, vestido adecuadamente de soldado para la ocasión.
Cada vez eran más los uniformados que se liberaban de sus asientos, y ahora los gritos tomaban forma de conversación. Levante la vista hacia un grupo de niños que hablaban al mismo tiempo y repetían “y yo esto, y yo aquello”, y yo también tenía cosas de que alardear. Ya me encontraba junto a ellos y aunque no era una integración pues no formaba parte de ningún grupo organizado, me sentía con la confianza como para decir “yo en contra y yo a favor de esto o aquello”. Tanta era la confianza que había ganado que en un momento de reposo del ego noté que no tenía conmigo a mi “Hombre de Acción”. No me asusté. Busque con la mirada cerca de mi pupitre y vi al chico sentado al lado que se encontraba en la misma situación que yo unos minutos antes: absorto en el juguete, sin levantar la vista del mismo. Raudamente me acerque a el y le arrebaté con furia el muñeco. Miré al ladrón con desprecio un rato y luego volví con los otros chicos dejando solo a este indefenso. Al final yo había rescatado al inútil de mi guardaespaldas. Y además había experimentado mi primera reacción de crueldad hacia el prójimo, y era en mi primer día en el colegio católico.

LOS 80-FIESTA Y DEPRESION
Nunca me enamoré de ninguna maestra
Pero si odié a varias, y a varios compañeros, y al único cura que nos enseñaba catequesis como si fuera matemáticas: niño + rezo + quedarse quieto y callado = va al cielo, niño que se ríe, habla y pregunta mucho = va al infierno (y peor aun, repite el año). Lo que me hizo ser un alumno sobresaliente durante la primera mitad de la década. Pero afuera de la escuela empezaba a conocer los cumpleaños, los bailes de lluvia, la diversión organizada y a las nenas. En mi colegio éramos todos varones y había un compañero que era rematadamente gay ya la edad de 8 o 9 años. Por supuesto era la burla de la clase y del resto del colegio que sabia de su existencia, y a el no le importaba, al contrario, parecía divertirle pasearse amaneradamente frente a nosotros en el recreo mientras los maestros y curas lo miraban seriamente. Yo era muy chico para imaginar que plan estaban tramando para “curarlo”. Hizo todo el colegio conmigo pero cada año se volvía mas introvertido y angustiado pese a que para nosotros, por costumbre, ya era uno más y no lo molestábamos tanto. Aunque con el tiempo le tomamos afecto, jamás le preguntamos por que lloraba, o por que faltaba por semanas. Para nosotros era simplemente “el de la clase que se cree nena” y con los años pasó a ser “el puto Castro”.
No se cual era ni fué su fiesta pero la mía no estaba en la escuela, estaba en el edificio de apartamentos de La Teja en el que vivía, junto a mis mejores amigos y a las amigas de mi hermana, o sea nuestras enemigas. Los fans de Van Halen contra las fans de Menudo.
Y cada tanto hacíamos fiestas con mucha coca cola, refuerzos y besos y toqueteos. Empecé a sentir mas placer en acariciarlas que en tirarles el pelo, en sentarme cerca de ellas que en jugar a la pelota. Pero todavía no estaba preparado para reconocerlo públicamente.

Algo sobre mi madre (Profe, este "subtítulo" va también para la 2ª parte del ejercicio)
Fue en los primeros años 80 que empecé a notar que algo no estaba bien con mi madre. Por momentos era una madraza que cocinaba, abrazaba, rezongaba, ayudaba en los deberes y hacia los mandados como una madre debe hacer. Era una madre, mi madre y yo la adoraba.
Fue después de una reunión de padres del colegio que la trajeron de noche en una ambulancia y sedada. Había ido junto con mi padre y vuelto con enfermeros y vecinos que entraban en mi casa todos juntos. “Nada, nada” era la respuesta que obtenía ante mis preguntas así que opté por callarme y mirar. Y vi como mi madre se incorporó de su silla, se acercó a una vecina, le miró fijamente el cuello ante el temor de ésta, y tomó la cadenita con la medallita que pendía de el. Empezó a susurrar como si hablara con su propia madre. Yo nunca había conocido a mi abuela materna ni tampoco había preguntado por ella. De repente empezó a gritar desesperadamente por su madre. Los enfermeros y mi padre la sujetaron, la vecina desapareció y antes que yo me pusiera a llorar un vecino me sacó para afuera y se sentó conmigo en los escalones del edificio. Yo le hacia preguntas y el respondía vaguedades por lo que otra vez decidí mejor esperar en silencio. Al rato la ambulancia se fue y fuimos todos a dormir como ya lo estaba haciendo mi madre hace rato.
Fue la primera vez que viví de cerca el cuadro cuasi esquizofrénico que empezaba a sufrir mi madre y que la llevó a estar internada varias veces tras diferentes episodios de delirio y depresión. Mi única reacción al comienzo era rezar para que no se llevaran de nuevo atada a una camilla a mi mamá a quien sabe donde.
En aquel tiempo se usaba la terapia del sueño y el electro shock (esto lo supe mucho después) y la persona volvía mansita a la casa y a los quehaceres del hogar, pero obviamente cada vez mas desgastada como ser humano y mas parecida a una mascota castrada. Paradójicamente, con el tiempo, esto me hizo verla como algo mas que un ser utilitario para mi y mas como una persona. Justo cuando estaba quedando cada vez menos de ella como persona.
Hoy la veo como un ser humano fragil al maximo y alguien con cero maldad, pura bondad e inocencia. No tengo muchos recuerdos de ella haciendo de madre full time y si de mi convirtiéndome en una especie de padre de ella.
Una de las sensaciones mas amargas de convertirme en adulto fue transformarme de a poco y sin querer en padre de mis padres.

La fiesta inolvidable
Segundas partes a veces son mejores que la primera y la segunda parte de los 80 fue definitivamente uno de mis momentos. Empezó como casi todo lo bueno a raíz de un problema. Al terminar la primaria en el Colegio San Francisco de Sales tuve que pasar a un liceo público por problemas económicos. No podía haber sido más shockeante para mi el cambio. De colegio de varones a liceo mixto, del cristianismo al comunismo de un liceo de La Teja en 1985, de los sobresalientes a las notas con números. Comenzaron las maravillosas ratas (algo totalmente nuevo para mi), el cigarro, el alcohol, el interés creciente por el sexo opuesto, las peleas, la bronca, la ira reprimida y manifiesta, las idas a la dirección, la expulsión, la desilusión de mis padres y la solución.
A mediados de 1987 la dirección del liceo de La Teja, junto a mis padres y al director del Liceo Bauzà del Prado decidieron pasarme a este ultimo: tendría que empezar a mitad del 3ª año en un nuevo liceo, en un nuevo mundo…y no pudo haber sido mejor. Adiós uniforme, hola jeans rotos. Mi pelo con jopo y lleno de mouse, mis camperas de cuero con tachas, mis championes botita marca Topper y mi costumbre de llevar para todas las materias solo un cuaderno doblado en el bolsillo de atrás del pantalón me convirtieron en el chico nuevo extraño, misterioso, el cool. Y lo aproveche. Conocí a U2 y de ahí al Rock and Roll (antes había sido pseudo fan de Van Halen y casi fan de los Parchis), seguí conociendo el alcohol y le sume algunas pocas drogas, y aunque todavía no conocía el sexo autentico ya sabia del placer de “apretar” y “formar” con mis compañeras. Casi sexo, casi drogas y Rock and Roll. Definitivamente había sido bendecido con el premio de la libertad. Hasta me caían bien la mayoría de mis profesores, y los que no, me daban la excusa para ratearme o quedarme en clase a escribir mis primeros textos sobre la vida y esas cosas.
Pero tanta felicidad no podía ser completa y entonces en 5ª año llegó ella

La mujer de mi vida que nunca lo fue
Yo ya tenía un ideal de mujer en mi cabeza. Sabia como lucia, como sonreía, como hablaba, como miraba y era mía, vivía en mi cabeza y yo podía imaginar la situación que quisiera con ella. Por eso cuando la vi frente a mi en el salón de clase fue un shock. ¿Cómo había salido de mi mente y se había corporizado tan perfectamente? Era absolutamente increíble y por supuesto, fue amor a primerísimo vista. Pero había un solo problema: esta era de verdad y no alcanzaba con imaginarla mía, tenia que hacerla mía, lo que hubiera sido posible si no me hubiera sentido tan estupido cada vez que estaba con ella. Me ponía nervioso y decía incoherencias o tartamudeaba, o por miedo a decir algo con lo que podría perderla, no decía nada y pasaba por tarado. Luego iba a mi casa e imaginaba toda la situación como debería haber sido y planeaba como iba a empezar de nuevo al día siguiente. Pero otra vez, verla tan real me volvía retrasado mental y cada vez la tenía más lejos. Perdí decenas de oportunidades y me maldecía por eso. Fueron 2 años así, en los que escribí mucho sobre la dicotomía entre mi mundo imaginario y el mundo real con ella como epicentro del mismo. 1989 y 1990.
Muchos años después la vi en el ómnibus y estoy seguro que me reconoció pero no nos saludamos. Seguramente hubiera dicho alguna boludez en ves de hola. Estaba tal cual había imaginado que estaría unos años después de haberla conocido. Había crecido en la vida real igual que como había crecido en mi mente. Y tenía un bebé en brazos.
Me di cuenta que todavía seguía siendo la mujer de mi vida y que ese bebé debía ser mío, o sea seguía enfermo de ella.
Fin de una fiesta y esa resaca que dura hasta hoy. Pero empiezan los 90 y la fiesta es otra

LOS 90 – RAPIDO Y CURIOSO
Mujeres en serio, hombre en celo
La primera mitad de los 90 se me fue como agua entre las manos. Quizá por haber encontrado un interesante y novedoso negocio en mi vida: ahora debía ajustarme a ciertas normas de la sociedad establecida, vestir traje y corbata, y perder algo de libertad a cambio de dinero. Paradójicamente ese dinero era usado para satisfacer mi renovado concepto de la libertad: ahora pagaba por lo que quería. El capitalismo había conseguido un nuevo triunfo en una época de grandes victorias para las corporaciones. Pero a mi lo que me importaba era que veía el precio y si tenía el dinero era mío. Simple. Nada de ahorrar y pensar en un futuro incierto. Hoy era el único día de la semana. Pagaba y listo.
Así fue con mi primera relación sexual en esos años. Un negocio llevado a cabo en mi lugar de trabajo (auditor nocturno en un hotel), un irónico e inconsciente homenaje a mi nuevo estilo de vida haberla tenido ahí. Esa primera relación sexual no fue más que eso, una transacción, algo que hice porque quería y podía. No dejó ningún recuerdo o emoción particular en mí. Si lo hicieron la 2ª, la 3ª, la 4ª y las subsiguientes, ya fueran por amor o por dinero. Y fueran varias y muy arriesgadas. El SIDA era un aviso de televisión para mí. Seria otra enfermedad la que me haría ver todo de nuevo.

Mr. Hodgkin (2º relato para la segunda parte del ejercicio)
Ella no era mi doctora de cabecera pero en ese febrero de 1996 el mismo se encontraba de licencia y yo no soportaba mas el dolor de oído y cuello por lo que la fui a ver sin ganas y sin ganas me atendió. Al principio ella palpó unos pequeños ganglios en mi cuello y no le dió mucha importancia. Un par de medicamentos y volver en dos semanas.
Cuando regresé y volvió a examinarme, ella era otra persona. Nerviosa, tartamudeaba apresurada al hacerme preguntas sobre posibles síntomas, a las cuales yo le respondía que si los tenia todos. Me entregó un montón de órdenes de exámenes con nombres rarísimos y que decían “urgente” y me dió pase para el neurólogo. “¿Qué pasa?” le pregunte inquieto y me respondió: “puede que tengas la enfermedad de Hodgkin, pero el neurólogo te va a explicar bien”. Tiempo después cuando recordaba esa frase era como si hubiera sonado así: “puede que te estés por morir, pero yo cumplí, yo no tengo la culpa, puse urgente y te mandé todo… ¡y estoy cubriendo una licencia, y con este calor!”.
La fucking enfermedad de Hodgkin (¡por fin pude rimar fucking!), es un cáncer en los ganglios linfáticos mas común en los hombres entre los 14 y 35 años de edad y que tiene casi un 90% de curación si se toma a tiempo... pero las estadísticas no importan cuando la gran palabra con “C” aparece.
Lo primero que me preocupó fue como decírselo a mis padres sin mencionar para nada la palabra cáncer. Luego que el neurólogo me explicó el tratamiento a seguir llegué a casa y les expliqué a mis padres y mi hermana que debía seguir un tratamiento similar a la quimioterapia pero no exactamente. Mis padres me escuchaban con preocupación pero con calma por mi postura. Mi hermana no. Preguntaba y preguntaba, y cuando le nombré al Sr Hodkin ella gritó como una maldición al cielo: “¡eso es cáncer, la puta madre que la parió!”. Y arruinó sin querer mis intentos de evitar que mis padres se preocuparan y se hicieran inevitablemente la cabeza. Realmente estaba mucho mas preocupado por ellos que por mi. De hecho nunca me preocupé mucho por mi ante el diagnostico. Creo que a causa de mi propia inconciencia y por que, no sé el motivo, estaba convencido que iba a ser mucho mas llevadero de lo que fue. Pero para mi, no para ellos.
Y entonces comenzó la gran travesía. Quimioterapia: no funcionó. Radioterapia: no fue suficiente. Llegue a mayo de 1997, un año y 3 meses después de haber puesto nerviosa a la doctora que me lo encontró, tras haberme convertido es un experto en los peores casos de Hodkin de la historia tras horas de estudio en la Biblioteca Nacional y haber visto fotos que nunca debía haber visto (por suerte Internet no tenia tan fácil acceso como ahora).
Llegue también luego de haber padecido un sin fin de vómitos, mareos, calofríos, malestar de estomago, punzaciones, inyecciones, una biopsia y hs. interminables de espera en sanatorios rodeados de enfermos de todos los tipos de cáncer. No había distinción de gravedad de casos en las salas de espera y uno solo espera no verse como el que tiene sentado en frente. También llegue tras horas de estar ensartado a maquinas que me llenaban de medicamentos el organismo y nada de eso me curó. Pero tampoco mató mi esperanza. Yo no soy un optimista iluso que se aferra a una Biblia en estos casos, pero si me hizo volver a llamar a Dios tras unos años en que no nos hablábamos muy en serio. Tuve una charla con Él en la casa que supuestamente tiene en la Tierra y le dije en términos prácticos que no le iba a recriminar con el “¿porqué a mi?”, pero que esperaba que esto fuera lo peor que me podía pasar en mi vida y luego ésta iba a ir mejorando y mucho. Y yo a cambio iba a tratar de ser una mejor persona. Suena muy básico pero llevar a la practica esto me resultó mucho mas difícil de lo que creí.
Volviendo a la Tierra, la ultima esperanza medica era un trasplante autólogo de medula ósea. En otras palabras, me sacaban un poco de mi propia medula que no estaba infectada por suerte, la guardaban en la heladera, me internaban por un mes en el cual me acribillaban con drogas intravenosas las cuales matarían a las células malas pero también a las buenas. Iba a quedar por ende sin ninguna inmunidad. Un mosquito o un poco de polvo podían matarme por lo que iba a tener que estar no solo entubado a una maquina móvil las 24 hs. Sino que durante 20 días dentro de una especie de carpa de plástico transparente (como en la película “El chico de la burbuja” o algo así). Solo podría ver a mis padres y mi hermana a través de un monitor y todo lo que me dieran (elementos para comer, revistas, un discman, y unos cd`s elegidos por mi) debían pasar por un proceso de desinfección. Luego de los 30 días de ataque químico, me inyectaban nuevamente mi medula para que una vez dentro se reprodujera hasta volver a la normalidad. 1 mes más, del cual 10 días pasé en el hospital y 20 en un cuarto especialmente acomodado para mi en mi casa, con un tapabocas las 24 hs., sin salir del mismo para nada y sin mascotas en la casa. Y así me iba a curar. Ese era el plan y sonaba mucho más soportable de lo que fue. Digamos que a los 15 días de estar internado, de los 60 días que iba a llevar todo el proceso, ya no soportaba mas la vida y fue la única vez que no pensé en nadie mas y solo en matarme. Vomitar cada 8 hs. todos los días, sentirme débil y encerrado y no poder dormir era cruel.
La muerte me esperaba afuera por las dudas pero mi compañera de cuarto era la depresión, y cada vez ocupaba mas lugar, ahogándome, apretándome contra la cama.
Poco después que me sacaron de “la burbuja” y mis padres y mi hermana (los únicos que sabían de mi enfermedad pues así lo ordené en casa, no quería otra gente en la vuelta, ni que fuera tema de charla entre nadie), podían entrar a verme con uniformes similares a los de la película “Epidemia” o a “E.T.” me sentí un poco mejor.
Pero el día que me curó anímicamente fue cuando un enfermero se empecinó en charlar un rato conmigo mientras me hacia la cama. Yo no estaba de humor y pensaba: “no quiero ni a una enfermera de uniforme apretado y con senos grandes, mucho menos a este marica hablándome ahora”. Pero él seguía con su acento afeminado, hablándome del futuro y no bajar los brazos y bla, bla. Me harté y le grité: “¿y como mierda uno puede pensar en el futuro con un presente así?”; y el amablemente y con una sonrisa comprensiva me dijo: “hacé proyectos de vida”
No se que botón tocó esa frase en mi psiquis pero empecé todos los días a escribir un libro de proyectos al cual le iba agregando con entusiasmo algo nuevo para hacer. El 1º era ir a ver a U2 a Argentina al año siguiente, el 2º era hacer un viaje por el oeste de USA del que me había enamorado de niño gracias a las películas. También era pragmático, proyectaba cosas a corto plazo y que pudiera hacer aun si no me curaba, no planificaba tener un hijo o escribir un libro, y lo del árbol ni se me ocurrió.
10 de mayo de 1997. Esa era la respuesta que le daba al neurólogo cuando me preguntaba cuando había sido el trasplante de medula cada vez que lo iba a visitar para controlarme. Mi 2º cumpleaños. Eso le respondí cada 6 meses por 5 años en cada visita hasta que un día el doctor me dijo: “muy bien Camaño, tenés el alta, estas curado”. Ante tal sencillez de palabras le pregunté como buen rebuscado que soy si lo que me quería decir era que a partir de ahora iba a vivir con un elefante dormido en casa, es decir, que no molestaba, no se movía, no hacia nada, pero era imposible no notar su presencia y pensar que en cualquier momento se despertaba y hacia un destrozo. A el le pareció graciosa la comparación ya que no la había escuchado antes (yo la escuche en…una película). “No”, me respondió, y agregó: “y si así fuera, tenés el mismo elefante que tenemos todos, no es ni mas grande, ni mas malo ni tiene el sueño mas liviano que el del resto pese a lo que te pasó”.
Fui a la Iglesia, agradecí y cuando salí supe que ahora empezaba la parte más difícil de mi vida.

AÑO 2000 HASTA AHORA – COMO SER MEJOR PERSONA Y NO MORIR EN EL INTENTO
Cumpliendo proyectos

En el 98 fui a ver a U2, en el 2001 fui a USA, poco antes de las Torres Gemelas. Fui a Chile, fui a las cataratas de Iguazú y recorrí Argentina, recorrí y sigo recorriendo el Uruguay y encontré en el viajar la única cosa cierta que me calma y me renueva el espíritu.
Ya en los 90 había alquilado “Atrapado sin salida”. Conocía el titulo pero nunca había visto la película. La relación con la enfermedad de mi madre entre otras cosas hizo que tuviera un efecto casi similar a la primera vez que escuche “With or without you” de U2, y me hice fan de Jack Nicholson y del cine de los años 70, en especial de las peliculas existencialistas de ésa época. Descubrí que los libros no eran pesados útiles de estudio como me enseñaron sin querer mis aburridas profesoras de Literatura y Filosofía del liceo, y conocí a Hemingway, a Kerouac y la generación beat, revisité a La Divina Comedia y al Popol Vuh, y también encontré interesantes algunas ideas de Carl Jung. Me empecé a interesar más por el mundo cuando me sentí parte de la historia al presenciar por tv la caída del Muro y a la rebelión en la plaza de Tianamen. Además Rwanda se volvió mucho más que una imagen en el noticiero, y Sarajevo también. Hubiera querido ser yanqui por unos momentos para explicarle al ignorante pueblo de USA porque odian a su país en el exterior cuando el 9/11. La dualidad del hombre la emparentaba con la dualidad de USA, del Islam y de Cuba y las pasiones que provocan y me apasioné bastante por el tema de las contradicciones en el ser humano.
Me burlé menos de Freud e intenté entenderlo al igual que al conductismo pero sus discípulos me aburrieron y deserté de ambos. Había mucho que hacer y poco tiempo así que opté por las pastillas en vez de la psicoterapia como si fueran fast food.
Discutía de política interna y externa con mis mayores y enfilé hacia la Izquierda Social Demócrata europea, o sea Michelini y su cruzada solitaria, hasta que se traicionó. Quizás por eso me vendí y trabajé para el Partido Nacional por un tiempo (me pagaban un sueldo, me vendí bien). No se si era algo en mi actitud que me delataba pero me preguntaban como idiotas: “¿y vos a quien vas a votar?”, y les respondía: “el voto es secreto”, con lo que me gané la desconfianza de mis “copartidarios”, sobre todo de Beatriz “cara de ¡no me caso, no me caso!”Argimón.
Todo venia bastante bien en mi crecimiento personal pero a Dios le gusta ponernos pruebas, y a mi me puso a tratar de profundizar mi relación con las mujeres, y ahí pisé la cáscara de banana de nuevo.

Mala persona- buena persona (3º relato para la segunda parte del ejercicio)
La verdad que cualquier mujer que me sonrie es motivo de enamoramiento para mí. Pero es un estado transitorio que tiende a durar poco. Así nació mi narcisismo y mi hedonismo, y supuse que era un deber de vida estar con todas las mujeres que pudiera. La inmadurez emocional en la pareja era mi característica más visible y a muchas no les importaba por lo que por qué debería importarme a mi. Hasta que apareció Nancy. Un ángel en el infierno de Dante. Una ofrenda voluntaria al demonio. El 1º año fui un caballero, el 2º fui un miserable. Fui su primer hombre y el primero que le rompió el corazón.
Yo me defendía diciendo que eran sus continuos reproches tipo “es hora que conozcamos a nuestro padres” (algo inconcebible para mi), su falta de motivación en la vida, bla, bla, lo que mató el interés, pero lo cierto es que conocí carne mejor. Si, basta de clichés políticamente correctos. Conocí a Noelia. A ambas las conocí en el mismo trabajo aunque no coincidieron en trabajar juntas, y ambas vivían en Rincón de la Bolsa a unas pocas cuadras de distancia. Si eso no era Dios burlándose de mí…
Noelia era puro fuego, sexo a punto caramelo, pasión, ternura y hasta amor por momentos. Y era casada, por lo que me convertí en un hijo de puta por partida doble: cagaba a mi novia y ayudaba a cagar a un fulano. Pero no sentía culpa y volví a vivir, como en mi post adolescencia, un día a la vez para disfrutar el momento y nada mas.
El sueño con Noelia duro 1 año. Todos los “te amo” y “seré tuya por siempre” quedaron desparramados en la ruta Mdeo.- San José.
Y me sentí una mierda de persona. Busqué a Nancy para pedirle perdón y nunca pude ubicarla. Le mandé un mail eterno lleno de solicitudes de perdón y al final le puse:”pero tenés que reconocer que lo nuestro ya venia mal hace tiempo y…” ¡Brillante pedido de disculpas! Nunca mas supe de ella, y de Noelia supe que intentó suicidarse tiempo después, mientras vivía con su pareja de 58 años (el tipo por el que me dejo a mi), y que después volvió con su marido.
Hay errores que he cometido en mi vida y se que aprendí a no volver a hacerlos, pero aprendí también que volver a equivocarme con las mujeres es casi imposible de evitar para mi. Siempre va a haber nuevos errores para cometer con ellas y algunos los pagaré en esta o en la próxima vida.

Aun me gusta el viaje, pero no me gusta pagar el boleto
Hoy deambulo entre amores perros y problemas de conciencia, entre la euforia y la depresión entre “beber con moderación” y pastillas con receta. Haciendo proyectos de dejar una marca más importante y altruista en la vida y no solo pasar por ella, incluso he pensado en formar una familia.
Habiendo llegado a la mitad del camino de la vida, como Dante me siento aun en el Infierno y debo pasar por el Purgatorio. Aun cometo errores, los reconozco pero los cometo. Comprendí que soy un ser humano y Dios nos dió libre albedrío asi que la culpa no es toda mía, sino debería culparlo a él por el Tsunami por ejemplo. Y como ser humano convivo con mis contradicciones y no las peleo.
Espero pagar mis errores en esta vida y no dejar un karma muy pesado en la próxima, como me dejaron a mí en esta.
Todavía tengo la incauta esperanza de que el viaje me reserva algo muy bueno, y eso, sumado a la experiencia me da las ganas de volver a soñar todo de nuevo.