02 marzo 2009

Gracias a la ayuda extranjera en la reconstrucción de un país en crisis, de su pasado y de su nueva presencia en el presente y hacia el futuro.

Son las 5 a.m. del lunes 3 de Marzo de 2009 y estoy en la cuenta final de mis vacaciones y en la cuenta final hacia mi reintegro a la vida utilitaria y deshumanizante de las 8 hs. diarias obligatorias. Estoy en el bote que antes me llevaba a un destino ignoto y seductor, pero que lentamente se transforma en el único elemento que me aleja de la seguridad del hogar y las cuentas pagas. Con esta presentación de mi estado de ánimo a esta hora paso a cumplir lo que me debía y cerrar el Taller de Memorias y Autobiografía Curativa.

La primera reflexión que hago es más para mí que para el recipiente de esto, o sea mi estimada teacher virtual: me doy cuenta que a veces escribo muy largo. Así con esas palabras y tal vez falta de un correcto uso gramatical de las mismas, termino mi primera reflexión. Y ahora que leo este párrafo y trato de encontrarle el sentido, me explico porque es que a veces me veo en la necesidad de escribir muy largo.

Continuando, creo que jamás me hubiera dispuesto a escribir de mi con tanta autocritica y franqueza de no ser por los disparadores. Todos en el blanco. Todos directos. Y tal como los misiles de W. Bush, siempre acertando mas allá del target inicial y provocando daños colaterales. ( La comparación en este caso debe ser tomada como un elogio , si algo sabía hacer ese personaje era eso: apuntar a un sitio y reventar 20 más alrededor). Pero a diferencia del alcohólico cowboy cara de simio que no sabía cómo hacia las cosas, pero las hacía, la presidente de estos talleres virtuales sí sabe que sus misiles logran dar en el blanco y otras partes del cuerpo y la mente humana. Seguro que a esta estadista de la letra no se le hubiera escapado ni un arma de destrucción masiva tampoco.

Una vez recibido el impacto de dichos disparadores, uno siente la necesidad de reponerse de la mejor manera. Pero lejos de querer pintar las cosas para que el protagonista de su auto biografía quede lo mejor parado posible en las situaciones que la vida le fue presentando, se logra recordar las cosas de una manera diferente. Con piedad a veces hacia uno mismo, con humor, o con el placer de una herida abierta que se cicatriza al poder ahora comprender lo banal de ciertos hechos y lo transcendental de otros. Ambos momentos nos hacen lo que somos y empezar a diferenciarlos es una buena terapia de liberación pero a la vez una forma de volver a casa. Para arreglar la misma si se puede o para verla con lagrimas pero con calma, sin la urgencia del momento presente.

Este tipo de viajes por la vida pasada que el taller propone son una aventura atractiva y a la vez peligrosa. Si uno lo encara como si fuera una película coprotagonizada por Brad Pitt y una computadora, inevitablemente se hace un viaje tedioso que no deja más que la sensación que se hizo algo transcendente pero en realidad solo se “deslizó suavemente por sobre la superficie de las cosas”. Pero si uno pone a un “nacido para perder” como Bobbyeroicadupea (¿remember mi primer seudónimo?...no, ¡deberes!, ¿Qué pensabas, que por postergado iba a ser fácil? It´s me!), uno puede sentir que a veces se portó bien, a veces muy bien, otras como un desgraciado y otras solo pudo estar ahí sin posibilidad de cambiar el acontecimiento. Pero para eso, es necesario el viaje de la introspección y la autocritica, de la franqueza brutal y sin indulgencia hacia uno mismo, del dejarse llevar por las emociones pero no sentirse inmóvil por ellas. Y de tener cierta capacidad, si no literaria por lo menos emocional, de releer todo para poder escribirlo. Todo esto lo logré con unos simples disparadores semanales, una mala memoria que se fue esforzando hasta sentirse irrefrenable en su búsqueda, y de 2 personas: una es el recipiente. Este no conoce al individuo particular pero si al ser humano en gral., o por lo menos es bastante consiente de las generalidades de los individuos. Y por ende sabe donde apretar para que salga sangre. La otra persona es el contenido. El siempre estuvo ahí, moviéndose sin ton ni son, desparramado, sin forma ni idea de cómo resetearse, mover lo que corresponda a la papelera de reciclaje, y dejar el disco duro pronto otra vez.

Luego del taller sentí que muchas vivencias que estaban desparramadas por ahí, a medio terminar, siempre siguiéndome aunque no siempre visibles, empezaban a terminar de formarse, con la importancia en la palabra terminar. Y que ahora si podía ir guardando con cuidado, y no seguir pretendiendo que con dejarlas en el pasado desaparecían pues nunca es así. Somos lo que hicimos y vivimos. Pero eso no tiene porque ser nuestra celda.

Vos fuiste el recipiente y yo el contenido durante este taller. Cuando lo terminé pude volver a colocar ciertas cosas en su recipiente pertinente y cerrarlos. Y guardarlos ahí, no siempre a la vista, pero sabiendo donde están y a donde pertenecen.

Espero hacer otro dentro de …quien sabe, cuando necesite de la intervención extranjera o ayuda en mi país para salir de alguna crisis…o cuando aprenda a no escribir tan largo tal vez.

P.D. ¿Hay algún taller que aborde nuestro futuro mas allá de cómo nos gustaría que fuera nuestro sepelio? No, sin delirar, pero que nos ponga de cara al futuro y nos haga imaginar situaciones, reacciones, personajes, y nuestra posible acción frente a cada uno de ellos vistas desde el presente. No sería mala idea. Lo dejo a su criterio, Sra. Presidente. Y gracias por la ayuda nuevamente. Nuestro pueblo estará eternamente agradecido

Oscar Camaño

18 mayo 2008

Comentario consigna 6/ índice del libro

CAP I/LOS 70S

Se agregaron tres puntos: bien!

"Momento mágico de infancia" tendría que tener un título más ad hoc con el relato específico que escribiste; la ubicación está bien en el índice, claro.

CAP II/ LOS 80S

También hay tres puntos nuevos, o uno cobró tal relevancia que se dividió en dos.

CAP III/ LOS 90S

"Si es para mí, digan que no estoy": buenísimo el título en el contexto del capítulo. "El peor momento de mi vida", en este caso, podría quedar así como subtítulo (a diferencia de la consigna incluída en el primer bloque: acá tiene sentido dicho rótulo del relato).

CAP IV/ 2000 HASTA AHORA

También aquí hay dos nuevos, uno de los cuales es "El mejor momento de mi vida". No sé si en este caso convendría dejarlo así o ponerle un título más específico. Si queda, está bien por la simetría con "el peor momento", pero dado que pertenece a uno de los puntos más fuertes de la narración no sé si no merecería algo más propio, insustituíble.

CAP V/ MI MUERTE

Increíblemente, esto pertenece a un bloque entero del taller "agregado" al proyecto tuyo inicial, pero dado el contenido de tu autobiografía (que tiene un punto de inflexión clave alrededor del contacto con la propia muerte) parece parte natural del proyecto. Puede andar.

Bueno, puede decirse que hiciste un buen trabajo de revisión del proyecto original (que de por sí ya era muy bueno y detallado) en función de lo trabajado en el taller, de modo de hacerle lugarcito a lo que surgió aquí. Tenés mi bendición.

Ahora, me quedé pensando en lo siguiente: un libro de memorias o autobiografía suele no ser de gran interés para el público en general si no lo escribe una figura pública, famosa, notoria con anterioridad al libro. En tu caso, yo podría decir: "¡Ay, qué lindo, el libro de Morosquitar que hizo mis talleres!", pero quizás mucho se quedarían sin acceder a tus relatos de vida por el prejuicio de la autobiografía misma. Por supuesto, todo esto no quita que uno escriba sus memorias si se le da la gana, por dejar testimonio e incluso con el factor azar que a veces determina respuestas editoriales insólitas.

Pero creo que después de este ensayo, lo más interesante como proyecto lo tenés precisamente en el capítulo "El mejor momento de mi vida": podrías escribir un libro entero usando todo lo que volcaste allí y las páginas y páginas más que decís podrías escribir al respecto, y quizás trenzándolo con todas las experiencias de los 90s (con la irrupción de la enfermedad) y lo contenido en el relato de "El peor momento de mi vida". Cómo ese contacto con la eventualidad no tan improbable de la propia muerte catapultó la necesidad de vivir de una manera más significativa y, para empezar, emprender ese viaje, como Thelma. Pensalo. Yo me tiraría para esa fracción o aspecto del asunto autobiográfico. Y ¿qué mejor que escribir sobre "El mejor momento de mi vida"?

Buena suerte con el asunto! Espero que sigas este proyecto y que te hagas un blog urgente: podemos dejar este como resultado del taller y ponerle un link desde el nuevo que tengas, que también tendría el gusto de linkear desde la "bitácora" de mis talleres para atraer visitas.

Yo también espero mi evaluación. O lo que indirectamente es lo mismo (para mí, que estoy atrás de fomentar esta veta en los que escriben), tu crónica sobre tu paso por el taller y lo que significó para ti.

Un abrazo
Gabriela

16 mayo 2008

Comentario consigna 6/ relatos

El mejor momento de mi vida

Ah, fascinante. Me encantó, es un "On the road" a tu manera. Hasta haces que EEUU parezca interesante.

Está lleno de aciertos. Patentaría esta línea de diálogo, por ejemplo, da ganas de vivir:

"No", les respondía, "voy a pasear, si busco trabajo me distraigo"

Definitivamente, esto de la autobiografía es lo tuyo. Por lo menos yo leería el libro, e incluso lo compraría si no fuera muy caro (si no, te lo pediría prestado o lo fotocopiaría):

hasta que lo sobrevolé en helicóptero y vi que tenia mucha mas vida que muchas personas que había conocido.

Recuerdo que me sentí como Armstrong en la Luna pero sin bandera que clavar y con mas reflejos y mejor vestido.

Es increíble como en ingles las estupideces que se dicen suelen sonar menos estúpidas a veces.


Era evidente que su alma había sido robada hace tiempo por una cámara

Yo les sonreía y no sabia si me tomaban el pelo o buscaban una cita doble.


Este narrador tiene su fuerte en mostrarse, en opinar con desparpajo, en ser quien es y chau. Yo no puedo parar de leer (igual tengo que hacerlo, claro). El grupo de viaje merecería varios episodios.

Todo lo demás podría llevarme hojas y hojas.

(bueno, entonces tenés entretenimiento post-taller...)

El peor momento de mi vida

Bravo, mi valiente... (y ese último párrafo vale toda la braceada!)

Momento mágico de la infancia

"¿Quién era Probeta?"... ja ja ja! Buenísimo, bien de niño. Yo pensaba que la blime era una glándula que se inflamaba (op cit Himno Nacional Uruguayo).

Divino el relato, arma ese clima mágico infantil, eso que es tan difícil de explicar pero que en aquel entonces captábamos tan bien de cosas cotidianas. Me encanta cómo nos conduce el narrador por los razonamientos o sentimientos del niño. Aunque no lo creas, todo está clarísimo en esta historia, los climas se arman. Misión cumplida. Lindo (vos no, el texto).




26 abril 2008

CONSIGNA 6

EL MEJOR MOMENTO DE MI VIDA
"Estoy despierta, bien despierta. Creo que nunca estuve tan despierta en mi vida, you know?", decía Thelma. Y Louise lo sabia, y yo también. Y la escena final de la película con el cadillac cruzando el aire sobre el Gran Cañón del Colorado fue el último ingrediente que puse en mi nuevo proyecto de vida: hacer un viaje por el oeste de Estados Unidos. Ya tenía en el preparado algunas viejas y malas películas de cowboys con bellas escenas, fotografía de películas como "Easy Rider", "Contact", "Grand Canyon", "Taxi Driver", "Five Easy Pieces", extractos de "On The Road" de Jack Kerouac, la película concierto "Rattle And Hum" y el disco "The Joshua Tree" de U2, algún poema de Allen Guinsberg, y las imágenes mezcladas de Brando, Marilyn, Dean, Nicholson, Pacino, De Niro, Hoffman, Martin Luther King, Hemingway, Elvis, Kennedy, Watergate, las drogas , el sexo y el Rock And Roll, la rebelión juvenil, Vietnam, la Ruta 66, la pesadilla y el sueño americano, en fin...si el mundo pasa por ahí, yo también quería pasar. Todo mezclado me daba un gusto enorme por conocer ese país de contradicciones, de mentes brillantes y peligrosas, de pinturas paisajistas y ciudades pavimentadas en miserias, ese país que estaba en el mapa y siempre estaba en mi t.v.

Trabaje un año y medio en dos hoteles. De noche en uno y de día en el otro. Uno de los sueldos iba directamente a una cuenta en el banco. Mientras, iba armando mi viaje en detalle. Tanto detalle que llegué a tener miedo que pudiera desilusionarme si algo no salía como lo planificado. Casi 500 días de trabajar así y junté el dinero necesario para gastarlo en una excursión de 15 días. Una ecuación perfecta para mí, incomprensible para los demás. "¡Iras a buscar trabajo!, ¿no?", me preguntaban casi imponiéndome algo. "No", les respondía, "voy a pasear, si busco trabajo me distraigo", y la sorpresa pasaba a ser desagrado ante tal demostración de pedantería. Como si hubiera sacado el dinero del bolsillo de uno de ellos. ¿Que podían entender esos inútiles utilitarios sociales sobre el significado de cumplir un sueño?
Pensaba ahorrar un poco mas y viajar mas adelante, por setiembre u octubre. Pero luego pensé que mayo era una buena época en USA, ni mucho frío ni mucho calor y así, el 24 de abril de 2001 me subí por primera vez a una avión. El éxtasis de mi primer viaje en ese pajarito duró hasta que la ciudad y sus pequeños habitantes desaparecieron bajo las nubes. Luego, lo único divertido eran los pozos de aire y las turbulencias, o sea jugar con la muerte. Si no, es como un viaje en silla de ruedas por el pasillo de un hospital. Las azafatas pueden hacerlo más ameno pero no lo hicieron. No me ofrecían un trago y la vista de sus pechos grandes a cada rato como en las películas. Tuve que ir yo hasta atrás a pedir algo y una china me dijo que me sentara que ya me iban a atender. Una china no tiene pechos grandes.

Mientras organizaba el viaje desde Mdeo. y todo lo que iba a visitar me percaté de que la excursión iba a estar en Phoenix el mismo día que U2 tocaba en esa ciudad. No era coincidencia, era una señal de que algo especial estaba por darse con este viaje. Compré la entrada desde Mdeo. por Internet cuando todavía no era muy común hacerlo y estaba convencido que había hecho algo mal cuando hice click en purchase

Ya en América (Estados Unidos De América, pero yo estaba en una película yanqui), la empleada de inmigración me preguntó cuanto tiempo iba a estar. “Fifty days...¡sorry, fifteen, fifteen!”. Me miró con una mueca de hastío y se esmeró en darme la bienvenida mas amarga que una funcionaria podía dar. El segundo obstáculo antes de dejar el aeropuerto fue el policeman que me hizo un breve y amable interrogatorio: ¿a que venia?, ¿por cuanto tiempo?, ¿de donde venia?, ¿que llevaba?, ¿me podía sacar el sombrero un momento?, ¿donde trabajaba?, ¿tenia una tarjeta de mi trabajo para comprobarlo?...Yo sabia que no había empacado eso ni se me había pasado por la cabeza hacerlo pero igual empecé a buscar hasta que milagrosamente encontré una vieja tarjeta de uno de los hoteles doblada en mi billetera. Se la entregué, la leyó como quien lee un mapa de Sry Lanka, me la entregó y me dijo. "welcome to the United States of America"

Todo lo demás podría llevarme hojas y hojas. El fucking Downtown de Los Ángeles donde me alojé que era la parte mas aburrida de la ciudad, llena de bancos, oficinas y hoteles de lujo, la caminata por una calle transversal hacia el bajo L.A. lleno de chicanos, pandilleros, prostitutas, negros en las esquinas escuchando hip-hop en sus enormes radios, orientales corriendo a ladrones de fruta, carteles en español en las tiendas, y todo a no mas de 2 cuadras de mi lujoso hotel. Esto se empezaba a parecer a lo que había venido a ver. Luego la visita obligada a Hollywood. Foto al cartel, al Walk of Fame, a las huellas de las estrellas pero no vi ni a una. Claro, ellos no viven ahí, viven en las colinas que rodean al gran cartel y ese es territorio para fanáticos clase A. Yo estaba cómodo en mi clase C. Fan pero no boludo como para hacer alpinismo y sacarme una foto frente a la muralla china que está frente a la casa de John Travolta o Michelle Pffeifer.

Luego el viaje a través del desierto de Mohave por 8 horas sin sacar la vista de la ventanilla, fascinado por la misma imagen que para mí siempre era diferente. Y entonces estar parado frente el mismísimo Grand Canyon, el centro del universo para mí, y darme cuenta con un poco de inquietud que todavía no había encontrado diferencia alguna entre la imagen frente a mí y las fotos que había visto, hasta que lo sobrevolé en helicóptero y vi que tenia mucha mas vida que muchas personas que había conocido. Me saqué los auriculares que pasaban una música new age y un tipo relatando el viaje en italiano porque era lo mas parecido al español que tenían. Entonces si. Ahí no hacían falta palabras. Solo el ruido de las aspas y el sonido lento, tranquilo de mi corazón que parecía retumbar en la cabina. Hasta hoy no he vivido experiencia similar a esos 30 minutos de viaje. Carlitos Paez sintió la presencia de Dios en los Andes. Salvando las diferencias, yo sentí la presencia de la vida, así como antes había sentido la de la muerte. Mientras el helicóptero avanzaba y las formas y colores de ese Gran Agujero en la Tierra iban cambiando como en un sueño psicodélico, me sentí sin dudas, como si todas las preguntas estuvieran siendo respondidas, como si todo empezara a tener sentido, como si todas las puertas empezaran a abrirse y mostrar lo que antes estaba escondido. Encontré finalmente el sentido de la vida. Por supuesto que con mi mala memoria lo olvidé después pero no importa. Recuerdo que me sentí como Armstrong en la Luna pero sin bandera que clavar y con mas reflejos y mejor vestido.

Luego de vuelta al desierto para atravesar Utah, el estado más santo de USA, donde viven los santos mormones en su santa poligamia y que nadie se atreva a decir lo contrario o le disparan con sus santos rifles, para llegar a la verdadera ciudad del pecado, las luces, el juego y la mafia al servicio de uno: Las Vegas. No hacia falta estar drogado como Hunter S. Thompson para experimentar la locura de ese sitio. Las Vegas es una droga en si misma y te consume a vos. Puse mi moneda de 50 ctvos. en la primer maquina que se me paró enfrente y perdí. Y esos fueron los únicos 50 ctvos. que jugué en Las Vegas y me jacto de eso. Ella me pedía mas como una prostituta que cobra por los extras y yo solo miraba. Pero también la recorrí, la saboree con un daiquiri en la mano mientras la caminaba, admiré las putas bellas paradas en una esquina y a las putas junquies en decadencia de la esquina de enfrente, vi todo lo que no se puede ver en ninguna otra ciudad de USA por que acá esta todo permitido, menos pasar mucho tiempo en la piscina del hotel porque es tiempo que no estas en el casino, ni tirarte por la ventana de tu hotel si perdiste todo tu dinero en la ruleta ya que las ventanas solo se pueden abrir 10 centimetros.

En las vegas tuve dos experiencias bien distintas con los mexicanos. Comí fajitas en un resaurant típico mexicano al que me había invitado el chofer de la excursión que era un mexicano gordo, grande, simpático, charlatán, exagerado, con mas hijos que una puta pobre, y que le encantaba hablar pestes del guía de la excursión, un argentino.
Cuando vi como preparaban las fajitas pensé que eso iba a explotar en mi estomago y me iba a salir sangre por los ojos, por lo que empecé a tomar cerveza para entrar en valor. Si tuviera memoria sabría el nombre de esa cerveza que era el néctar más delicioso que había probado en mi vida. Después de eso las fajitas parecían panqueques de dulce de leche. El mexicano se reía de mi cara mientras comía y de repente se puso serio y me dijo que mirara a mi alrededor a ver que notaba de llamativo. Yo miraba la comida y bebida de los demás y la decoración hasta que me di cuenta: no había ninguna moza mexicana, todas eran rubias de ojos claros que apenas podían leer las palabras en español del menú. “¿Y donde están las mozas típicamente mexicanas?” le pregunté. “Los mexicanos están en la cocina, o atrás tirando la basura. A la vista ponen a estas yanquis que se ven lindas y limpias y las visten como si fueran de México. Nosotros hacemos el trabajo sucio, incluso en un lugar típico como este” , me dijo. Yo me sentí un poco mal por la realidad y el chofer agregó: “ nosotros les cocinamos, los engordamos, y los dejamos fofos y llenos de colesterol, y luego nos chingamos a sus hembras insatisfechas, ja, ja,ja”. La carcajada del tipo era tan estruendosa que se escuchó en todo el local y contagió a varios comensales, la mayoría yanquis gordos y fofos.
Luego, en un paseo nocturno quise comprar algo de comer en un carrito y como no sabia los nombres de los condimentos y el vendedor era mas mexicano que Cantinflas se lo pedí en español.
"I don´t speak englisss", me dijo secamente el camisa mojada,
"¿no sos mexicano?",
"I don´t speak englissss" me repitió.
Lo miré con sorna y le dije: "give me a bit of this, and this, and that".
El mexicano completó el burrito y le pregunté "¿how much is?",
"13 dollarssss",
"¿Cuánto?",
"13...",
"¿no era que no hablabas español?”.
“....13 dollarssss" me repitió.
Le di 15 y le dije “quedáte con el vuelto, negro”. Y me fui con la tranquilidad de que a veces tengo razón, tengo razón...

Después Phoenix, Arizona, y en el hotel yo le estaba preguntando al recepcionista donde quedaba el lugar donde tocaba U2 cuando 2 chicas me preguntaron "¿Do you wanna a ride?”. Miré al recepcionista a ver si había entendido bien y la sonrisa socarrona de éste me lo confirmó. Al rato estaba en un descapotable, a mil por hora en una freeway. Para romper el hielo le pregunté a la chica (la otra iba en su otro auto) que edad tenia y me dijo ante mi asombro 16 años. "¿Y te dejan manejar a esta edad?", "Yeah", me respondió. Y para hacerme el cool le pregunté: "¿y que mas te dejan hacer a esta edad?", "no me dejan beber", y dobló como el diablo en una curva mientras botellas rodaban por el suelo del coche. La nena era alta y flaca, como sus piernas y no como su pollera. Llevaba gafas marrones grandes y el pelo rubio por los hombros, las uñas pintadas de rojo intenso, un piercing en su labio inferior y un gesto de nada en su cara. Hablaba poco. Me preguntó de donde era y le dije.
"Ahh", me respondió.
"¿Sabes donde queda?"
...."Yeah, naa!",
"está entre Argentina y...",
"ahh". Mostraba el mismo interés en mi que en los semáforos.
"¿Te gusta U2?" fue mi siguiente gran pregunta. "Yeahh!!" y puso un CD a todo volumen con lo que oficialmente se dió por terminada la charla. Cuando llegamos salté del coche, me acerqué a ella antes que bajara, le besé la mano y le dije: "thanks for the ride, you´re fuckin´ beautiful. See you" y me fui. Ella me gritó algo así como que la buscara en el parking al final del concierto pero yo ya estaba en otra y me fui sintiéndome un Dean or something like that. Es increíble como en ingles las estupideces que se dicen suelen sonar menos estúpidas a veces.

U2 espectacular. Hasta no estar dentro del America West Arena no podía creer que había comprado con éxito la entrada desde Uruguay. Al otro día Phoenix again y paseo obligado por tiendas para conseguir un buen sombrero de vaquero. Luego mas compras en un supermarket y al llegar a la caja me atendió un indio gigante como un roble, parco como la muerte, vestido a la fuerza de civil y con una enorme cola de caballo en su pelo negro azabache. No miraba a los ojos a los clientes, solo despachaba y cobraba. Cada tanto un turista tenia la gentileza de pedirle permiso para sacarse una foto junto a él, pero la mayoría se la sacaba sin pedírselo. Y él ni se inmutaba. Era evidente que su alma había sido robada hace tiempo por una cámara y por mas que se me pasó por la mente no quise ser parte del robo. El otrora jefe del lugar hoy era una pequeña parte de la nueva sociedad reinante que pisaba sus tierras y robaba sus identidades. Me dió pena hasta que cuando le pague me dijo con mala voz que faltaba plata. Le pagué el resto y lo dejé hacer su trabajo de mono de la raza blanca que le daba de comer como a un perro fiel.

Una parada en la ciudad muerta de Fresno, donde todos se van a acostar a las 19 hs. Ni siquiera quise usar la piscina pues estaba convencido, y así se lo hice saber al resto del grupo de la excursión, que habían sacado un cadáver de ahí un rato antes aunque nadie me creyó. A propósito del grupo, este estaba formado entre otros por un matrimonio uruguayo de unos 70 años. Él era forense o algo así en Colonia, y nos contaba algunos casos en los que había participado. Casi siempre lo hacia a la hora de la comida. No era un buen conversador. Después había dos hermanos argentinos casi iguales que entre los dos no lograban llenar de cabello una de sus cabezas, una familia de ecuatorianos con un hijo con discapacidad mental de la cual no me había dado cuenta hasta que estuve un rato tratando de convencerlo de ir a tomar una cerveza con el resto utilizando palabras de animo como: “¡dale tarado, no seas boludo, vamos huevón!”. Su mamá nos rescató antes que le pegara en la espalda como ultimo intento. Había 2 hermanas colombianas de mediana edad a las que atomice durante el viaje al Cañón para que se animaran a subir al helicóptero pues tenían miedo que se cayera. “Son unas boludas”, les dije, “se pueden morir ahora en el medio del desierto si este bus se da vuelta en la curva, o se pueden morir en la puerta de sus casas en Colombia de un tiro, ¿por qué no arriesgarse a por lo menos morir en un lugar que valga la pena como el Gran Cañon?. Las molesté con el comentario tan fino pero no las convencí. De todas formas, creo que me estaba hablando a mi mismo. Estaba esta pareja de vascos de luna de miel y que parecían casados hace 40 años. A ella nunca le conocí los dientes y solo su fea voz y el era un pedante hijo de puta. Hablaba de fútbol con los argentinos y una vez que yo intervine me dijo: “¡Uruguay ejz del jziglo pajzado!”. “Si, puede ser, pero ganó todo y España nada”. Y él muy serio me apuntó la mirada y torció la única ceja larga que tenia sobre sus dos ojos y me dijo:
” io no jzoy ejzpañol, jzoy vajzco”.
“Ah, entonces me equivoqué, España si ganó algo, el que no ganó nada es el Pais Vasco”. No entendió la ironía. No hablamos más.
Había también un matrimonio brasilero, él experto en computadoras y ella experta en putas no más. Veterana pero bien hecha, fiestera y dispuesta. El se reía mientras ella bailaba el ultimo tango con cualquiera y nosotros nos reíamos de él. Todos felices.
Pero mi interés estaba en la otra colombiana del grupo. Una morocha simpática de 27 años que estaba todo el tiempo con la madre. Cuando trataba de hablar con ella en un lugar algo apartado, aparecía la madre desde atrás de una planta con una gran sonrisa como diciendo ¡sorpresaaaa!. Estaba todo el tiempo sobrevolando alrededor de su cría. Encima, cada mañana cuando nos reuníamos en el bus me preguntaba que había hecho la noche anterior. “Fui al bar del hotel a tomar algo”, y ella respondía “¡Ah, la hubieras invitado a la nena que no hizo nada y estaba aburrida!”, “¡siiiii!” agregaba la nena. Yo les sonreía y no sabia si me tomaban el pelo o buscaban una cita doble.

Paso por Carmel y por la casa y el restaurant de Clint Eastwood. Llegada a Frisco o San Francisco y paseo por los 60 y los 70: hippies, gays en formación, homeless, ex combatientes, hombres de traje y pelo largo, mujeres pintadas como obras de Picasso, calles sucias y amplias en bajada, tranvías, edificios grises, Alcatraz, puente Golden Gate, y luego de vuelta a Los Angeles.

Había pasado los mejores 15 días de mi vida y mi imaginación había resultado pequeña ante la realidad. Era consciente que había estado despierto, mas despierto que nunca todo el viaje, como Thelma en la película.
De regreso a casa me esperaban mi hermana y mi padre, mi emoción aun persistía y no paraba de contarles cosas hasta que hice una pequeña pausa y mi padre me dijo: "llamaron de tu trabajo. Dicen que llames urgente porque ellos te esperaban hace 4 días". Mi recital de insultos hacia los idiotas de mis jefes, hacia mi padre por no esperar un poco mas para darme esa estúpida noticia, la molestia de mi hermana ante la situación. Si, estaba en casa de nuevo

EL PEOR MOMENTO DE MI VIDA
Los últimos días de mi internación, o sea los últimos 25 días de los 40 que estuve, me los pasé, entre otras cosas desagradables, preguntando cuando me daban el alta. Los 15 últimos días recibía la vaga respuesta “la semana que viene”. Los últimos 7 me decían “1 semana mas por las dudas”. Los últimos 3, “4 o 5 días, no más”. El día que no pregunté me dijeron “hoy te vas”. ¡Mierda! ¡De haberlo sabido no lo hubiera preguntado antes!
Atravesé La Española con mi barbijo y mi nuevo corte de pelo (pero mis cejas, que me dijeron iban a caer, estaban intactas. ¡Amo mis cejas!). Ya ver tanta gente me alteró un poco. Entrar a la ambulancia me calmó. Mala señal.
Llegué a mi casa y mis padres y mi hermana tenían una sonrisa sincera pero que duraba demasiado para mí. Mis padres habían acondicionado su cuarto para mí. Todo limpito, prolijo, con mis cosas favoritas o lo que ellos creían eran mis favoritas, la t.v. grande del comedor, el video, todo para mí. Me llevaban la comida a la cama. A cada rato aparecían a ver como estaba y les duraba la sonrisa del primer día. Todas las noches venían a decirme hasta mañana y un poco de charla aunque yo no tenia mucho nuevo que contar metido ahí.

Las primeras noches estuvieron bien aunque siempre precisaba una pastilla para dormir. Después de todo por fin había salido del sanatorio que era lo que más anhelaba.
Pero luego de las primeras noches empecé a extrañar el sanatorio, sus sabanas, su bella variedad de enfermeras. Empecé a sentirme encerrado en mi propia casa. En el sanatorio eso era normal pero no en mi casa. Oía por la ventana los ruidos familiares de siempre y se me hacían insoportables. Mis propias sabanas se me hacían extrañas, los muebles, el control de la t.v., el sillón, la pared de enfrente, la de atrás, la puerta que se abría y por la que siempre aparecían las mismas 3 personas. Me quería ir y todavía faltaban mas de 10 días y no tenia a quien preguntarle cuando me daban el alta. Encima como todavía estaba con las defensas bajas me agarré un herpes en el cuello por lo que mi medicación aumentó. ¡Un herpes en el cuello! Lo que me recordó además que hacia como 3 meses que no tenia sexo y mas de un mes que no me masturbaba porque en el cuarto del sanatorio había una cámara y ahora estaba en el cuarto de mis padres. Y para colmo se me acabaron las pastillas para dormir un viernes ya que yo había aumentado la dosis de 1 a 4 por noche o a veces mas en el día para calmar mis nervios. ¡Todo un fin de semana sin dormir, rascándome el cuello y de pésimo humor! Puede parecer exagerado pero mi sueño se volvió mi peor pesadilla.

Mientras estaba enfermo tenia la esperanza de curarme y salir del sanatorio. Ahora no tenia nada mas que esperar. Y yo estaba desesperado. ¿Y si ahora la vida iba a ser así? ¿No esperar nada y solo contar los segundos y cambiar de canal mientras me rascaba? ¡No, no, esto no era lo que esperaba! No sobreviví para esto. Todos los proyectos de vida se borraban y solo pensaba en el minuto siguiente y la cantidad obscena de minutos que tiene un día. Por segunda vez pensé que era mejor estar muerto. Pasé de la enfermedad física a la enfermedad mental, y era conciente que me estaba enloqueciendo en la comodidad de mi casa y de lo raro que sonaba eso. Era consciente que no había nada que pudiera hacer para mejorar la situación... solo esperar, y no podía esperar más.

Pero esperé, esperé 15 días así. Fuí a mi primer visita al medico y este me dijo que empezara a salir muy de a poco y aflojara con las pastillas. No le hice caso. Salí mas que un poco y seguí con mis caramelos. Y si no tenia tomaba los de mi madre, o iba a la farmacia y compraba Plidex y cerveza y me hacia un cóctel luego. Lo que fuera necesario para sentirme fuera de ahí hasta que el tiempo llegara. Y el tiempo llegó y me abrió la puerta de la celda. Y mi cabeza empezó a razonar al punto que me cuestioné porqué había sido aun peor estar internado en mi casa 15 días que los 40 terribles días en el sanatorio. ¿Quizá porque nunca estamos conformes? No, muy simple.
Quizá porque me acostumbré a la anormalidad de depender de una enfermedad, y reinsertarme a la normalidad de la vida común era como despertar en medio del océano y no recordar como se hace para nadar. Uno patalea sin sentido y se ahoga durante un rato hasta que empieza a hacer los movimientos correctos y mantiene la cabeza más tiempo fuera que dentro del agua. Y entonces se da cuenta que el océano deja de ser el enemigo y se transforma en el único camino hacia la orilla.
A propósito, me gustaría algún día aprender a nadar.


MOMENTO MÁGICO DE LA INFANCIA
En casa mirábamos el informativo del 4, o al menos es del cual tengo mas recuerdos. La música de Vangelis del comienzo me hacia pensar en naves espaciales y extraterrestres. Y encima tenían a “Asadur desde Casa de Gobierno”, por lo que mi imaginación sobre la invasión extraterrestre que sufríamos se acentuaba cuando ese ser alienígena aparecía desde la casa del presidente. También tenían un globo terráqueo dando vueltas creo. Todas señales muy sutiles sobre un nuevo orden intergaláctico que había tomado nuestro país y la Casa de Gobierno como plataforma para la conquista de la Tierra. Para mi Telenoche era como ver “Galáctica”.

Pero en 1978 lo lúdico dejó paso al miedo. Ahí estaba el androide Giacosa haciendo el anuncio que confirmaba mis temores: “científicos de tal país han logrado tal y tal cosa y ...HA NACIDO EL PRIMER BEBÉ DE PROBETA”.
Yo aun no sabia como nacían los bebés pero estaba seguro que no nacían de una probeta, es mas, no sabia que era una probeta por lo que pregunté a mis padres y ellos o tampoco sabían o me dijeron que era algo de los científicos. Miré la pantalla del televisor y vi hombres con barbijos, con sus caras apenas visibles, y muchos tubos de ensayo. Pero ningún bebé. Salí del comedor perturbado. ¿Por qué no mostraron a esa criatura?. ¿Seria tan monstruosa?. ¿Qué planes tenia aquí en la Tierra?. ¿Quién era Probeta?

No solía ir a la mansión de enfrente de noche pero crucé y entré. No había mas luz que la que entraba por el gran ventanal que debería estar con las cortinas cerradas a esa hora, al igual que la puerta de entrada pero seguramente alguno de mis padres lo había olvidado.
La luz era de la Luna y las estrellas que se juntaron todas esa noche. Nunca había visto un cielo mas estrellado ni una Luna mas llena. Podía ver los puntos de las estrellas más pequeñas y ver casi la forma de las más grandes. Y la cara de la Luna era una cara seria que me miraba. Un ojo, el otro, la boca, y pequeños gestos como si estuviera masticando algo.
Yo estaba sentando en la gran sala observando la cúpula y no podía olvidar al extraño ser que recién había nacido de unos tubos de ensayo. Un viento empezó a mover las ramas mas altas de los árboles, algunos de ellas estaban cerca del ventanal y golpeaban el vidrio suavemente como para llamar mi atención. Las miré pero enseguida volví mi vista hacia los ojos de la luna pero ya no estaban. Volví a mirar las ramas y por detrás de ellas a un grupo de estrellas que al principio solo parecían prenderse y apagarse en cámara lenta, pero luego se fueron juntando mientras aumentaba su luminosidad. Las ramas que estaban delante de ellas seguían moviéndose cada vez con mas intensidad como si estuvieran danzando frenéticamente un baile tribal.
Así cada estrella que las ramas dejaban ver iba tomando su posición. Nada mas existía alrededor que la figura que se estaba formando ante mis pequeños ojos grandes.
Y entonces juro que pude ver su contorno terminado y titilando como las luces de un árbol de Navidad. Su cabeza tenia la forma de una bombita de luz, sus brazos eran largos y deformes, su torso largo y fino como un tubo de ensayo y tenia varias extremidades inferiores. ¡Ahí estaba el bebé de probeta! Danzando tras las ramas en una noche clara y ventosa a la que empezaban a acercársele nubes.
No podía correr, no podía moverme, estaba pegado al suelo y lleno de pánico pues sentía que el fin del mundo tal como lo conocíamos estaba llegando como lo habían anunciado en clave Giacosa y “Asadur desde Casa de Gobierno”.

Y entonces antes de poder ver su cara que por ahora era un fondo azul, sentí el grito que más me asustó en mi vida, el grito que había sentido antes decenas de veces pero nunca como esta: “¡Moroscar (N.de R. :-), veni para acá que son las 9, caramba!”
Corrí hacia los brazos de mi madre con tantas ganas que no pudo evitar darme un beso y unos mimos y llevarme en upa hasta mi cama. Ya mucho más tranquilo traté de ver algo desde la ventana de mi cuarto pero la vista no era la misma, ni mi interés tampoco, y el sueño llega rápido cuando uno es niño. Igual seguía pensando en el bebé de probeta. Pero ya tenia sueño y además mañana a la misma hora y por el mismo canal Giacosa volvería a decir: “y ahora vamos con Asadur desde Casa de Gobierno”


EL LIBRO
MI VIDA, O COMO CONVIVIR CON UNA MEMORIA SELECTIVA CON VIDA PROPIA

CAP.I - LOS 70_ LLANTOS DE BEBÉS INOCENTES
I-"¡Dios lo trajo al mundo un 2 de noviembre, carajo!"
II- Los hijos son iguales pero el segundo es el segundo
III- Travestismo, incesto y sexo entre niños ( o como vender una simple anécdota infantil con un título escandaloso. Primera lección para futuro editor de prensa)
IV- Esa crueldad bajita que se incorpora
V- La fruta que robé y mi padre no
VI- La mansión de los Principes
VII- Momento mágico de la infancia

CAP. II - LOS 80_ FIESTA Y DEPRESIÓN
I- Nunca me enamoré de minguna maestra
II- Algo sobre mi madre
III- La fiesta inolvidable
IV- Una noche en la fábrica
V- Un mundo nuevo entre mis manos
VI- La mujer de mi vida que nunca lo fue
VII- La mujer de mi vida que nunca lo fue (2° parte)

CAP. III - LOS 90_ RÁPIDO Y CURIOSO
I- Mujeres en serio, hombre en celo
II- "Si es para mí, digan que no estoy"
III- Mr. Hodgkin
IV- El peor momento de mi vida

CAP. IV - AÑO 2000 HASTA AHORA _ COMO SER MEJOR PERSONA Y NO MORIR EN EL INTENTO
I- Cumpliendo proyectos
II- El mejor momento de mi vida
III- Mala persona-buena persona
IV- Una mujer desnuda y en mi cuerpo
V- Aún me gusta el viaje, pero no me gusta pagar el boleto

CAP. V - ...Y YO PREPARÉ MI MUERTE EN 6 DÍAS Y DESCANSÉ EL SÉPTIMO
I- Martes
II- Miércoles
III- Jueves
IV- Viernes
V- Sábado
VI- Domingo

* Notese, noble evaluadora, que le puse título a todos los textos, (los de las consignas 2 y 3, por ejemplo) los cuales aparecen en el índice como si fueran nuevos subcapítulos.

11 abril 2008

Comentario consigna 5

Después de haber leído en el índice y escenas clave todo el episodio de lucha contra el cáncer y la incertidumbre que un diagnóstico así puede arrojarnos, no dudo de que este ejercicio debe haber sido particularmente fuerte... y necesario! No tuviste las resistencias que a veces plantean otras personas, muy cómodas en su ilusión de inmortalidad en tanto los virus, las guerras y los autos no les den caza.

MARTES: Inmejorable. Si fuera tu terapeuta te daría de alta. Interesante lo de "altruista y aventurero" pendiente. Se entiende perfectamente lo que decís.

MIERCOLES: Perdón por la irreverencia, pero no puedo evitar reirme de tus tribulaciones! Buenísimo. ¿Conoces ese pseudo Borges que circula en mantelitos de "Lokotas" (por decir algo), diciendo lo que haría si tuviera más vida? Bueno, esto le da veinte vueltas, con todo el humor negro del caso.

JUEVES: Impagable el funeral (desde ya te aviso que hasta el Cabo Polonio no voy, aunque me encante: ya estoy muy vieja para esos trotes, te dedico una misa y chau).Un disfrute el soundtrack tan específico, bien elegido y con lyrics incluidas. Hermoso. Otra cosa estupenda de este post es esa mezcla (que ya a todas luces es tu estilo personal, tan ansiado Grial en la búsqueda de todo escritor o aspirante) de humor negro, caricatura y reflexión profunda. Como para que el lector no diga de antemano: "Ufa, ya me vienen con trascendencias!" y baje la guardia, y cuando está más endulzado con la ironía y la parodia, zácate, con más fuerza entran tus opiniones. Muy disfrutable. Si no haces un blog después de esto, te mato! (queda a tono con la consigna, claro)

Espectacular: Era como si ahora la vida se hubiera vuelto un Banco que reclamaba el pago cada tanto y yo no tenia idea de como pagarle.

Che, el último sábado de octubre doy un taller de cuatro horas, gratuito, sobre la muerte según la sabiduría popular mexicana. Te invito, ya que veo que estás perdido y crees que los mexicanos hacen picnics en los cementerios. Y te aclaro desde ya que si "El canal de las estrellas" refleja a los mexicanos, a nosotros nos refleja Tinelli! (me salió mi otra nacionalidad)

VIERNES

Mmmmm.... el testamento lo podrías hacer aunque te murieras dentro de un mes, de hecho habría que hacerlo urgente, aunque tengas sólo corbatas para repartir! Lo del altar de muertos quizás luego del taller de octubre :-), pero en ese caso lo harían tus allegados; la idea es cómo te imaginas que sería, es decir (en el fondo), cómo te imaginas que te veían.

SABADO
Para las cenizas, hay que hacer un trámite legal previo, así que será bueno decidir antes de que no haya marcha atrás. En cuanto a lo de la bolsa negra...¡pucha, Moroscar, si reencarnas en ti mismo vas a estar asqueroso y putrefacto, y ninguna de tus múltiples amantes te va a aceptar! Pensalo bien. Mejor empezar de nuevo...

Lo de pinchar antes de meter al horno me parece una buena precaución. Tomaré nota también para cuando me llegue la hora.

¿Oscar Winston? ¿Oscar Winston?

Magnífico el epitafio. Te tomaste toda la consigna para la joda y el resultado es óptimo. A pesar de la abusadora longitud para quien cobra por leer esto, uno quiere leer más, y esa es una muy buena señal para el que escribe.

DOMINGO
La tenés clarísima.

Excelente trabajo con este diario. Ahora nos queda una consigna para el final. No creo que reformules mucho de tu esquema inicial (índice del libro), pero igual está bien revisarlo en función de lo que escribiste durante el taller. Y falta la historia mágica (es un decir) de infancia.

Comentario consigna 4

Y bueno, cuando no hay convicción no hay nada que hacerle...

Comentario consigna 3

ESCENAS CLAVE

Excelente. En estos pasajes es en donde más destaca hasta ahora tu estilo narrativo: fresco, con humor, apelando a la complicidad del lector, ácido, ingenioso. Bueno, es difícil describir un estilo y uno recurre a pedacitos del rompecabezas para dar la idea. Como sea, muy bien por aquí; uno lo lee y dice: "Es Moroscar", tiene personalidad.

Citas célebres:

"En ese momento podía estar recitando la constitución articulo por articulo y yo estaría excitado como un animal."

"No sabia entonces que en realidad el mundo no se abre hasta que las piernas de una mujer lo hacen delante de uno."

"Pero el mundo no se detiene en realidad. Solo te da un respiro y te hace ver lo que te vas a perder luego para añorarlo y sufrirlo mejor."

"Y todos en la corte, incluido el bufón, se rieron de mi."

"...un pie en el planeta Tierra y el otro en el planeta Ella."

Creo que la mayoría de quienes lean estos pasajes van a tener ganas de leer el texto entero. Qué digo: el libro.

JUEGO DE LOS CINCO AMANTES

Muy bien hecho, asociaciones específicas y originales. El objetivo de este ejercicio es abrirnos a explorar el recuerdo o la percepción que tenemos de alguien desde los sentidos, vincularlo con otras experiencias, lograr un complejo nuevo, más cercano a la sensibilidad poética. Aquí se logra. ¡No puedo creer que hagas las consignas tal cual, a diferencia del taller según Levrero, je je!